Poemario: De amores y otras situaciones

Piel Prohibida.

Al pasar instantes de luz
miro mi reflejo
en la ventana del transporte en el que viajo.

Lo que busco?
En nadie lo encuentro.

Quiero amores.
Uno que me dure eternidades.

De día.

Miro de lejos.
Su sonrisa/tu sonrisa.

Eres alguien bien vestido.
Me enamoro de él,
contemplo su piel...
quiero descubrirla,
en todos los sentidos.

Deseo acariciar la piel de tu ser.
Reír en los momentos en los que exploró cada uno de los fragmentos de tu piel.
Que es hermosa a la distancia
y no me permito dejar de ver.

Vivo de los recuerdos y sonrisas
que me causan las melodías
cada vez que me das los buenos días.

Inalcanzables tus ojos de miel.
Prohibida tu seductora piel.
Intocables tus labios también.

De tarde.

Me duele.
Odio decirte adiós.
No me gusta verte partir, pero me encanta tu forma de sonreír.

Y te alejas, con tus perfectos defectos
a caminar por rumbos inciertos
con gente que tiene secretos.

Te vas y dejas volar tu sombra a los piel del sol.

Dejo suspiros dedicados
vagamente nunca alcanzados.
Miro la imagen de tu espalda
cubierta por tela artificial,
ocultando la prohibida y natural.

De noche.

Andamos en otro mundo,
es distinto.
Se encuentra en la mente de alguno,
quiero que sea ese,
nuestro destino.

Andamos.
Paramos.
Nos miramos.

Nos desnudamos y quedamos contemplando algunos cosmos que parecen infinitos.

Estamos recostados y desnudos en el pasto.
Nos encontramos libres y abrazados.

Te quedas dormido en mí
mientras disfrutaba de tu aroma.
Yo no quería dormir,
anhelaba seguir
acariciando tu piel,
que ya no era prohibida para mí.

Tengo miedo de dormir y dejarte ir.
Sé que si lo hago, tengo que despertar y volver a empezar a esperar.
Otra vez.

Me quedo.
Acariciando, respirando, mirando, contemplando, sintiendo tu desnuda piel; que ya no tiene secretos ni defectos.

Duermo. Esperando al amanecer para volverte a ver.