Capitulo 25
Lo primero que hicimos ese día fue ir a esquiar y permítanme decirles que nunca antes lo había hecho. Y con ello, se puede imaginar lo vergonzoso que fue eso.
Primero, no sabía como diablos ponerme los esquíes en mis pies. Segundo, tenía vértigo. Tercero, había visto muchos accidentes en los noticieros sobre gente que se cae de las telesillas y/o colinas; y eso no aumentaba en lo más mínimo mi confianza.
-¿Cómo se supone que debo subirme a la telesilla? -pregunté, a medida que se acercaba nuestro turno para subir.
-Es muy sencillo -dijo Justin, apretando mi mano con el fin de calmarme-. Sólo debes esperar a que la silla toque tus piernas y te dejas caer. Aseguras tu cinturón antes de que te eleves más y listo.
Sí, sonaba sencillo. Lo más probable es que pudiera hacerlo sin ningún problema.
-¿Y cómo se supone que debo bajar? -pregunté, luego de unos minutos.
-Yo creí que bromeaba cuando dijo que nunca había visitado una montaña -susurró Oliver a Katy.
-Escuché eso -exclamé, intentando no reír.
-Se suponía que debías.
Blanqueé mis ojos y luego le enseñé mi dedo corazón.
Oliver solía bromear con mis temores a las alturas. De hecho, solía bromear con los temores de todos. A Justin lo molestaba por tener claustrofobia, asegurándole que no iba a poder tener sexo bajo las sábanas.
Yo, realmente, esperaba que se equivocara.
A Amy la molestaba con las arañas. A Katy con las serpientes y así sucesivamente. Pero él nunca admitía tener algún temor aunque, realmente, yo estaba dispuesta a encontrarle uno.
-¿Quieres o no saber como debes bajar? -preguntó Justin, evitando una de nuestras peleas diarias.
-Sí, si quiero.
-Okay -rió-. Cuando estés cerca de la colina, desatas tu cinturón y en tanto te encuentres a pocos centímetros del suelo, tienes que saltar. No exageradamente, sólo despacio con el fin de únicamente llegar al suelo y no, no puedes matar a nadie.
-¿A nadie? -pregunté bromeando.
-A nadie -me aseguró, sonriendo ampliamente.
-No sabía que sabías tanto sobre esquiar, Justin -dijo Katy, sorprendida, cortando nuestra sesión de coqueteo.
Sí, yo tampoco lo sabía.
-Trabajé en una pista sintética de esquí hace unos años.
-¿Y como es eso? -preguntó Jess, sin comprender en lo más mínimo.
-Sencillo, es una colina artificial con nieve donde puedes ir a esquiar en cualquier época del año.
-¿Y por qué no fuimos a una de esas? -pregunté, temerosa, al ver que nosotros seguíamos.
-Porque querías venir a Aspen -respondieron todos, al unísono.
Sí, tan raro como eso puede sonar.
-Nuestro turno, cielo -dijo Justin, guiándome al lugar donde se suponía que la telesilla pasaba.
Asentí con la cabeza y luego solté un largo suspiro. Intenté recordar todo lo que dijo Justin minutos antes, pero en el momento en que la silla tocó mis piernas lo que menos pude hacer fue actuar con tranquilidad o recordar sus consejos.
Solté un pequeño grito y casi me caigo de la telesilla. Casi, porque Justin me agarró justo antes de que mi cara quedara estampada contra la nieve.
-Tengo miedo -exclamé, a medida que nos elevábamos, intentando no mirar hacia abajo.
-¡Asegura tu cinturón! -exclamó Justin, mientras me sostenía.
Asentí con la cabeza y, con manos temblorosas, hice lo que me pidió. Realmente, me había olvidado de ese pequeño detalle.
-¿Puedes calmarte? -preguntó, acariciando mi espalda.
-No -exclamé, completamente asustada-. Quiero bajar.
-No lo haremos -dijo, con voz paternal-. Así que más vale que superes tu miedo. No nos iremos de este lugar hasta que no aprendas a subir a una telesilla tú sola.
-¿Estás de broma, Bieber?
Él negó con la cabeza y luego depositó un pequeño beso en mi mejilla.
-Es hora de bajar -susurró.
Solté otro largo suspiro y desabroché mi cinturón. Justin tiró de mí, justo en el momento exacto en el que teníamos que bajar. Simplemente, agradecía eso, ya que yo estaba segura que no podría hacerlo por mí misma.
Caímos limpiamente sobre la nieve con ambos pies y, lo más importante, sin matar a nadie. Nos deslizamos unos metros para que nadie nos golpeara cuando fuera su turno de bajar y, no fue hasta ese momento, en que pude respirar con normalidad.
-¿Te encuentras bien? -preguntó, sosteniendo mi rostro entre sus manos.
Asentí con la cabeza, todavía temblando por la adrenalina.
-¿Crees que si te beso te calmarás? -preguntó, nuevamente, sonriendo de lado.
Asentí nuevamente, sintiendo como las comisuras de mis labios comenzaban a elevarse ante su propuesta.
Justin acercó su rostro al mío, envolvió sus brazos en mi cintura y juntó nuestros labios en un tierno y lento beso. Uno de esos besos que tanto amaba. Uno de esos besos que era de la clase de besos que podría derretir a la misma Antártida en un segundo.
-Te amo -susurré.
-Yo más -susurró, antes de unir nuevamente nuestros labios.
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Say No More |Justin Bieber| |Terminada|
Fanfiction" Podía ser sexy y todo lo que él quisiera ser pero nunca le contaría mi historia." ~~~~~~~ Novela adaptada. Todos los derechos van dirigido a la autora original.