Parte Única

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Sólo alguien se olvidaría en el mes de diciembre de la famosa fecha de Nochebuena, y sólo a esa persona le sucede acordarse de la fecha el mismo día de ésta. No sólo eso, sino que recordó lo de comprar los regalos justamente ese mismo día a la tarde. Le quedaban menos de tres horas para comprar los obsequios y luego de eso tendría que estar preparado para el festejo. Y no es como si el pobre de Yata tuviera que comprar dos simples regalos... ¡Tenía que pensar en todos los miembros de HOMRA que asistirían también! Bueno, quizás en los que realmente podía decir que conocía como para comprar un regalo.

No tuvo otra que hacer una listita —No tan pequeña como para ser llamada así— con los nombres de las personas a las que les compraría obsequios. Avanzaba por la calle mirando la lista y suspirando de cansancio, del cansancio que le daría comprar cada regalo. Es que no era bueno a la hora de elegir cosas para los demás, pero tampoco podía no darles nada.

Estuvo un par de horas dando vueltas y decidiendo regalos. A varios les compraba el mismo objeto con distintos diseños como para que no pensaran que X era más importante que Y, aquella era la razón, comprar por mayor no había sido mala idea. A aquellos con los que compartía realmente la mayor parte del tiempo, les compró regalos que eran "hechos para ellos", porque sabía más sobre la persona que los recibiría. Y a su pequeña y dulce reina, Anna, le compró una coronita roja que hacía alusión a la Reina de Corazones de Alicia en el País de las Maravillas. Le costó mucho comprar tal obsequio ya que lo vendían en esas tiendas que, según él, deberían tener un gran cartel en la puerta que dijese "Exclusivo para Chicas". Porque todo lo que había ahí eran mujeres comprando y mujeres atendiendo, en efecto se vendían accesorios femeninos y a Yata aquello lo hizo pasar uno de los peores momentos de su vida.

Estaba feliz de haber salido con vida de aquel negocio, y más contento aún al saber que había por fin tachado el último nombre de la "listita". Comenzó a caminar más calmado, y su rostro reflejaba un estado de paz que nunca había mostrado. Le quedaba tiempo antes de volver al bar, registró su increíble reloj y pudo ver que tenía más o menos una hora libre antes de que la cena en el bar comenzara. Aquello era suficiente para tomar un lindo café en una... Cafetería, ¡Pues claro! Se adentró en la que más a su alcance estaba y se sentó en una de las mesas que se ubicaban en el centro del negocio.

Parecía que el local tenía éxito, había muchísima gente y esa era una de las razones por las que nadie venía a atenderlo. Sólo rogaba que fuese un camarero, no una camarera. No soportaría el tener que lidiar con una mujer más ese día, ya había tenido suficiente.

Se puso a observar a toda la gente que había y a todos los camareros y camareras atendiendo, mientras se quitaba toda la ropa de invierno que llevaba puesta: Abrigo, bufanda, guantes, e incluso su gorrito nuevo de lana. Luego se sentó pero siguió dándole una hojeada al lugar con su mirada.

Cada rincón parecía ser escaneado por los ojos de Yata: Todas las mesas, todas las sillas, todas las personas... Y nunca pensó que entre ese gran conjunto de personas lo vería a él.

Estaba solo, como de costumbre, y observando aburridamente su PDA porque era lo único entretenido que parecía poder hacer. Yata frunció el ceño, confundido. Tenía dos opciones: Ignorar que Saruhiko estuviese en la misma cafetería que él, o como ex mejor amigo le deseaba una muy Feliz Navidad... Esa última ni él se la creía, pero de verdad quería acercársele. Quería hablar con él por el simple hecho de que en algún momento fue su amigo y a veces extrañaba aquello, más aún en una fecha tan alegre y amistosa como lo es el 24 de diciembre.

Se paró, tomó las varias bolsas de los obsequios que había comprado y su ropa de abrigo, para luego acercarse a paso lento —Muy lento— hacia donde Fushimi estaba sentado, justo en una de esas mesas junto a la ventana. Se quedó algo paralizado a su lado, pero Fushimi parecía no haberse dado cuenta.

[OneShot SaruMi] Llegas Tarde [K Project]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora