Nadie sabe nada de mí. Y aún así creen que me conocen

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-¡Ts! Tú, dime la pregunta cinco- dijo la chica rubia que se había sentado a mi lado. Viernes, tres menos cuarto y examen de biología. ¿Podría haber algo mejor?-¡Chica!- oh, a utilizado la palabra chica porque no sabe mi nombre, que raro. Decido pasar de ella y volver mi atención al examen que tengo delante- No pases de mí. Aquel chico, Zack, quiere saber la pregunta cinco- me dice señalando a un chico que está sentado al final de la clase. Por su apariencia y como está sentado parece que ni hubiera intentado empezar el examen. No le conozco, ni a él, ni a la chica rubia. ¿Se supone que ese chico debería intimidarme?- será mejor que no pases de él.

-Haré lo que me de la gana-digo elevando la voz más de lo debido.

-¿Pasa algo, señorita Evans?- me pregunta el profesor fulminándome con la mirada.

-No...yo...solo...- no consigo formular una frase coherente.

-¿sabe usted que al hablar en un examen debe ser suspendida automáticamente?

-Sí, lo siento mucho. No volverá a pasar.

-Eso espero-dice severo.

Me vuelvo a mi examen. Me faltan dos preguntas y tengo menos de diez minutos para contestarlas. La chica de antes, no vuelve a insistir. Al final, consigo a toda prisa contestarlas, suena el timbre y soy la primera en entregar el examen. Me vuelvo a mi sitio cuando veo que una chica pelirroja teñida se inclina (táctica muy común para que el chico le mire los pechos) hacia el mujeriego llamado Zack. La chica coquetea con él pero falla estrepitosamente ya que Zack pasa de ella y de sus pechos. Pero al final, la chica lleva su examen y el de Zack a la mesa del profesor. Mi instituto parece sacado de una novela americana. Están los populares, los dueños del instituto. Este grupo lo componen jugadores del equipo de fútbol y baloncesto junto a sus novias. Por supuesto, todas las chicas que componen este grupo están buenísimas. También hay un pequeño grupo dentro de éste que son los mujeriegos/rompecorazones. Por otro lado, están los artistas (o así los llamo yo). Dentro de este grupo están los músicos, ilustradores y todo ese tipo de cosas. Y por último están los Nerds. Ahí están todos los superdotados o demasiados inteligentes para los demás. Os preguntaréis en que grupo estoy, pues en ninguna. vago sola por el instituto ya que, no soy lo bastante popular, ni tengo las dotes y no destaco por mi inteligencia.

Termino de recoger mis cosas, me cuelgo mi mochila al hombro y me coloco los cascos. Soy siempre de las últimas en salir de clase.

-Kayla, señorita Evans...- me dice el profesor antes de que me fuera.

-Dígame señor...

-Quería saber por qué hablo usted en clase, No suele hacer ese tipo de cosas.

-No, nada. Sólo me...acordé de algo- no conocía a la chica rubia ni al tal Zack pero no era una chivata.

-Que no se vuelva a repetir-dicho esto, salgo de clase.

Me voy a mi taquilla antes de irme.

-¡Hey chica!- escucho una voz justo cuando estoy terminando de guardar mis cosas. Termino y cierro la taquilla. Cuando me giro, me sorprendo al ver a Zack. Por su saludo creía que era amable y simpático pero ahora, parecía enfadado-¿Porqué no le has dado la respuesta a Evelyn?-supongo que se refería a la chica rubia. No tenía derecho a estar enfadado.

-Uno, no me llamo chica. Dos, tengo principios y no paso respuestas a la gente y menos a desconocidos. ¿Por qué no se lo pides a los Nerds? Además, no tienes derecho a enfadarte, eres tú el que intenta coaccionarme para hacer algo que va en contra de mis principios-dije enfadada y borde.

-Puedo hacer lo que quiera. ¿Que coño significa coaccionar?- dice enfadado como si lo estuviera por no saber que significa esa palabra.

-Obligar a alguien a hacer algo o a convencerlo, eso significa coaccionar- Dije más tranquila.-Además, tal vez manejes todo y a todos pero a mí no.

-Como tú has dicho yo domino todo y a todos. A si que nadie me lleva la contraria. NADIE

-¿Sabes qué? Paso de hablar contigo. No voy a malgastar mi tiempo en hablar con un inútil y estúpido mujeriego.

-Tú no te vas a ningún lado-dice agarrándome del brazo cuando me había dado la vuelta para irme.

-Tú no eres nadie para decirme que debo hacer-- Intentaba zafarme de su agarre. Al principio era casi un roce pero ahora me estaba clavando las uñas.-¡Para! ¡Me estás haciendo daño!- Dije casi gritando de dolor. Me soltó. Se alejó unos pasos de mi.

-¿Por qué no eres cómo los demás? No perteneces a ningún lado. Eres ese tipo de chica que la ves y al momento te olvidas, eres invisible.- Esas palabras aunque eran simples y yo ya lo sabía me hicieron daño. Se me clavaron en el pecho. Sabía que no lo olvidaría nunca. Mi vista se empezó a nublar por las lágrimas que amenazaban por salir.

-¡No sabes nada de mí!¡Nadie sabe nada de mí y aún así creen que me conocen!-digo casi llorando. Levanto demasiado la voz y eso provoca que varias personas nos miren curiosas.

Salgo lo más rápido que puedo del instituto. Estúpido. Cuando estoy a punto de salir del patio del instituto me para mi prima "La Popular".

-Hola primita querida- me dice con su inquietante y aguda voz. Mierda, va a pedirme algo.

-¿Qué quieres?-digo con la voz entrecortada por el incidente de antes.

-¿Ves aquel chico de ahí?- me dice señalando a Zack-¿le podrías hablar sobre mí?

-¿Ahora?-digo insegura, ella asiente.-No es buena idea.

-¿Porqué?- no tengo ganas de explicarle todo a si que voy directamente hacia Zack.

My Dreams Come TrueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora