Saqué las llaves de la mochila, tenía hambre. Lo mejor de todo esque hoy hay macarrones, mi comida favorita.
Abrí la puerta, seguia todo como antes, todo por el suelo y descolocado. Iba a entrar en la cocina, pero pensé que sería mejor idea ponerme primero ropa más cómoda. Cuando subia las escaleras, la madera crujía mucho, algo que le daba un toque muy escalofriante, a veces cruje sola, pero mamá dice que es el viento.
Oí un sonido que no supe como definirlo, era simplemente 'raro' venía de la habitación de mi madre. No sabía si ir, pero al final me hice el valiente, y me dirigí hacia allí.
Cuando estaba enfrente de la puerta, observé por un hueco que había. Era una mujer que estaba sentada en la cama, pero de espaldas a la puerta. No sabía si entrar y al final lo hice.
-M-m-ma-mamá?
-Que quieres?
-Nada, solo queria saber si eras tú
-Pues claro que lo soy, ahora vete.
Me tranquilicé, pero no del todo, mi madre no tenia esa voz. Pero me daba igual.
Cuando bajaba los escalones ruidosos caí en la cuenta de que mi madre hoy tenía que trabajar. Ahora sí, um escalofrío más fuerte me recorrió todo.
Intente subir otra vez sigilosamente.
Me puse frente a la puerta.
-M-m-ma-mamá?