One shot

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Resumen: Sherlock jamás llegará a ser lo que la sociedad define como un modelo de Alfa, si bien él es un alfa en todo su esplendor... Pero el apareamiento, el acoplamiento y unión con cualquier Omega, simplemente no estaba en sus planes.

Serie: Sherlock BBC.

Pareja: John-Sherlock.

Género: Amistad-Romance.

Rating: M

Advertencia: Lemon-Omegaverso.

Capítulos: Oneshot.

Palabras: 2,283 (Oneshot).

Notas: Tercera incursión en el universo Omega/Alfa/Beta... Nada del otro mundo; escrito corto y sencillo, pero ya saben, no escribo de manera normal. Así que las preguntas no molestan en lo absoluto.

Fecha: 18/02/2014.

Beta Reader: Pleasy TheYoko Stay.

Disclaimer: Todo lo referente a Sherlock Holmes pertenece a Sir Arthur Conan Doyle.



Alfa.


A decir verdad estaba cansado de la misma suposición estúpida, esa misma que la gente hacía desde que se había presentado como un Alfa en su adolescencia. ¡Por Dios! Ya no vivían en estado salvaje, ni era imperativo el aparearse para perpetuar la especie. Y él como Alfa, no necesitaba un Omega para sentirse completo, fuerte y digno.

Si bien era un Alfa, como no mostraba signos de querer ningún tipo de acercamiento –ni Omega, ni Beta–, aún recogía miradas curiosas y comentarios despectivos. Ya nadie venía con ideas de encarcelamiento o loqueros, ni uniones a la fuerza para simplemente engendrar descendencia.

Pero lo cierto es que ni siquiera alguien como Sherlock podía llegar a escapar de su biología, de eso que lo convertía en un Alfa y que le hacía perder la cabeza, y cada gramo de raciocinio, cuando el aroma tan particular de un Omega en celo llenaba el aire.

Y esa tarde de viernes... él lo sintió.

Decir que estaba de mal humor era poco. Había recorrido ya la mitad de Londres sin que nada lo hiciera sentirse bien. Él vivía para su trabajo y nada más, ¿por qué debía importarle lo que la mayor parte de NSY pensara acerca de su vida privada?... ¡No necesitaba estar unido a un Omega!.

Había llegado al 221B con más ganas de envolverse en su sábana y de arrojarse a su sillón, que la de acabar con los experimentos que tenia rotulados en la nevera, antes de que John terminara cumpliendo su amenaza y los arrojara al contenedor de basura.

El piso estaba en silencio, si bien no era raro, porque era él quien provocaba el 85% de ruido en el departamento, y recién estaba llegando...

Pero no... no era 'silencio' en realidad. Era como el sonido de la calma antes de que se desatara la peor de las tormentas.

Se despojó de su abrigo y bufanda antes de traspasar las puertas vidriadas de la cocina, y allí lo sintió bien: el aroma, ese olor tan característico, tan delicioso... Lo sintió con cada una de las fibras de su cuerpo, alimentando más de un sentido, pero su olfato...

Oyó el gruñido gutural escapar de sus labios entreabiertos, sin poder evitarlo. Sus ojos corrieron hacia el calendario, mientras su mente recordaba los días perfectamente... No, aún no era tiempo.

Casi tuvo que detenerse a sí mismo cuando cada músculo de su cuerpo quiso salir a la carrera, y tal vez, abrir de un empellón la puerta de su propio cuarto.

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