Parte única: El canto del ave cóndor

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El canto del ave cóndor


La familia Park, una de las familias más reconocidas en todo Seúl, habían sido recatados y con buena educación. Una familia sin escrúpulos en los negocios y, si era necesario, usaba métodos poco ortodoxos para lograr sus objetivos. Una familia con dinero y demasiado poder. Los hijos de los Park; Yoora y Chanyeol, habían asistido a los colegios más prestigiados de todo el mundo, su educación había sido la más rigurosa por pertenecer a esa familia porque los Park tenían que ser perfectos para los ojos de los demás.

Yoora, la hija mayor, tenía alrededor de tres años que se había graduado de la universidad y, un año después, con veintiocho años iba a casarse con Choi Siwon. La familia Choi iba incluido en la jerarquía de las familias con más influencia y poder, al igual que los Park. Se habían conocido en la universidad y, desde ese momento, habían comenzado una relación hasta que, siete años después, decidieron comprometerse y con ocho años de relación, finalmente, iban a contraer matrimonio.

Mientras tanto, el hijo menor, Chanyeol continuaba en la universidad de Estados Unidos, pero ahora con las vacaciones regresaba a su país natal después un tiempo desde que había sido enviado a otro país a estudiar. Chanyeol había recibido de su hermana meses atrás, contándole que iba a casarse y él se había sentido tan feliz por su hermana. Yoora se escuchaba feliz y eso, por supuesto, lo hacía feliz a él también.

Yoora y él nunca habían tenido una vida que los hiciera realmente feliz. Habían vivido sin amor de sus padres y, a lo largo de su vida, se la pasaban con instructores reconocidos y lejos de casa. Habían vivido sin afecto y amor por culpa del apellido que llevaban. Tenían que ser perfectos, como sus padres. A Chanyeol nunca le había gustado llevar sobre sus hombros esa gran carga por ser parte de la familia Park. Tenía que ser recatado y no podía equivocarse, sus padres no se lo perdonarían. Por la ambición y prestigio que pavoneaban sus padres, él estaba viviendo en Estados Unidos porque el hijo menor de los Park estudia es Harvard. Siendo completamente sincero, Chanyeol odiaba ser un Park. Era infeliz y tenía que aparentar algo que, en primer lugar, no era y, en segundo lugar, no le gustaba. Su vida se había basado en mentiras desde el primer momento que nació con el apellido Park.

Las personas alrededor de sus padres, de su hermana y de él eran personas llenas de hipocresías y falsedades. Todo era un engaño más. Chanyeol nunca deseó ser parte de esa familia rota y sin esperanza. Él quería ser libre como un ave. Extender sus alas y volar lejos de toda la falsedad que ha vivido durante muchos años. Quería irse lejos y jamás volver.

Yoora, desde siempre, había sido la fiel compañera de Chanyeol y que, además, compartía el mismo sentir que el alto. Ambos estaban cansados de las mentiras, de las personas, de sus padres y, sobre todo, de llevar el apellido que los habían condenado a la infelicidad. Y ahora, después de todo, Chanyeol sabía que su hermana mayor había alcanzado, finalmente, la felicidad que siempre había deseado.

El día de la boda sería en un par de días, por eso había tomado un vuelo rápidamente y ahora, después de una temporada, estaba otra vez en Seúl. No había notificado de su llega a sus padres, de todas formas, no les iba a interesar, a menos que fuese algo que les interesara, ni tampoco a Yoora. Le daría una sorpresa a su hermana.

Sabía que su hermana estaría muy ocupada por la boda, por lo que nadie estaría en el departamento que Yoora se había comprado con sus ahorros. Era un buen lugar para ir y descansar un rato, quizás varios días, después de todo no quería estar en la casa de sus padres.

Arrastró consigo el carrito con todo su equipaje, atravesando a las personas de su alrededor y con el gorro de su sudadera en su cabeza. Lo que menos quería era que alguien lo viera y se le acercara, tampoco deseaba que sus padres fueran avisados de su inesperada llegada a Corea. Ese no era su plan. Diciembre estaba en su apogeo y la blanca nieva cayendo por la ciudad.

El canto del ave cóndorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora