Para Siempre - Fanfic Wigetta

Solo un beso

—¿Ahora? —Los músculos de Samuel se tensaron y luego inmediatamente se relajaron bajo sus cuidados especializados.

—Ahora.

La cabeza de Samuel estaba inclinada hacia atrás, su cuerpo relajándose bajo su contacto, presionando hacia él, cediendo ante ello.

Willy tejía una seductora red a su alrededor, desdibujando la realidad.

Tenía la garganta seca y los dedos... sus dedos guiaban su cabeza más hacia atrás y un dolor había comenzado en la boca de su estómago.

—Yo...

—Sólo un beso. —Su aliento bailó sobre su mejilla, y sus ojos se cerraron. Las manos de Samuel se abrieron y cerraron inútilmente en su regazo.

Besar a Willy en un bar lleno de gente no debería excitarlo tanto como lo hacía. Las DPA (Demostraciones Publicas de Afecto) no eran algo a lo que Samuel se entregara regularmente y generalmente se burlaba cuando lo veía en público, especialmente cuando eran Rubius y Mangel, porque estaban uno encima del otro constantemente, pero esto... esto era diferente, y antes de que supiera lo que hacía, dijo que sí.

Samuel no sintió los labios de Willy sobre los de el como esperaba.

La punta de su nariz rozó la curva de su mandíbula, haciendo que contuviera la respiración, y luego bajó la cabeza. Con la de Samuel inclinada hacia atrás, su garganta estaba expuesta a Willy. Sus manos se apretaron y luego su boca caliente estuvo sobre su pulso acelerado.

El cuerpo de Samuel se sacudió como si estuviera haciendo algo mucho más perverso de lo que se consideraba por lo general un gesto dulce. El beso fue rápido, pero cuando empezó a levantar la cabeza, Willy mordisqueó su cuello y luego sintió su lengua barrer su piel, calmando su picazón.

Un gemido escapó de sus labios entreabiertos.

—¿Ves? Fue sólo un beso —dijo Willy, su voz profunda y ronca.

Sus pestañas se abrieron, y Willy estaba mirándolo, con los ojos entrecerrados.

—Eso...

Su sonrisa de suficiencia se extendió mientras rozaba sus labios sobre los de Samuel ligeramente, haciéndolo jadear.

—¿Lo fue? ¿Bueno?

—Muy bueno —murmuró.

Willy se rió entre dientes, y sus labios se rozaron una vez más.

—Bueno, tengo que hacer algo mejor que bueno.

Su corazón duplicó su ritmo.

La barba de Guillermo rozó a lo largo de la parte inferior de su barbilla, suave como la seda, y sus dedos se morían de ganas por tocarlo, pero no se atrevió a moverse. Los dedos de Willy se habían deslizado a través de su corto cabello y su mano se encontraba ahora acunando la parte baja de su cabeza.

Hubo un momento, tan lleno de anticipación a lo desconocido, que el corazón de Samuel tartamudeó, y luego su boca estuvo contra su pulso otra vez y su cuerpo se tensó apretadamente. Sus labios eran cálidos y suaves, y se perdió en la sensación de ellos. Su lengua rodeó el área que él había besado, y luego siguió adelante, arrastrando pequeños besos por su

cuello. Willy mordisqueó la piel suavemente, y tiró de ella. Repitió el pequeño rasguño de dientes mientras se dirigía al hueco entre el cuello y el hombro, riéndose entre dientes contra su piel cuando Samuel abrió la boca de nuevo.

—¿Fue eso muy bueno? —preguntó.

Respirando rápidamente, apretó sus manos en puños.