"No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes"
Dos malditos días, dos tristes y horribles días habían pasado desde la última vez que había hablado con Flinn, había intentado hablar con él, pero cuando lo tenía delante y veía el dolor en sus ojos me quedaba muda...
Me sentía tan idiota, decaída y con ganas de golpear todo lo que se cruzara por mi camino... Sharon me había preguntado millones de veces que había pasado con Flinn y mi respuesta era, "nada, simplemente, tenemos nuestras diferencias"
En el instituto todo seguía igual, las mismas risas, mismas miradas de asco, los susurros y el dolor. Todos estos días había ido por las tardes a limpiar el instituto como castigo y la señora Darcy no me había tratado tan mal como normalmente lo hacía...
En fin, todo era normal.
Me encontraba en mi cama, en medio de la oscura noche pensando en que hacer, no quería perder a Flinn, pero también me era imposible dejar de hacerme daño... Si piensan que estoy loca es porque no me entienden, cortarme, golpearme mentalmente y físicamente era lo que me ayudaba a seguir adelante, era como...
¡Mi castigo! Sí, eso, creía que de esa forma me demostraba a mi misma que seguía siendo fuerte y también me castigaba por ser como era...
Que irónico era pensar que la primera vez que me corté tenía tanto miedo.
" Después de el horrible día que había tenido en aquel horrible instituto, me encontraba con pocas ganas de llegar al orfanato... era como pasar de un infierno a otro infierno más subterráneo, o al menos así lo sentía yo.
Al llegar allí, entré y me dirigí hacia el comedor dispuesta a comer y luego terminar en la cama y desear no despertar jamás.
Al entrar a la sala todos se reían de mi pelo, mientras algunos me miraban con pena, entre ellos Sharon y Flinn.
Tras comer, fui al baño y mirándome en el espejo comencé a pensar en todo, en la mierda de vida que poseía, en la mierda que era... en todo.
Mi pelo negro estaba hecho una mierda por culpa de Darcy, estaba demasiado delgada por la depresión y las ojeras bajo mis ojos marrones eran la consecuencia de horas de insomnio.
De repente vi un cristal en el suelo y lo recogí pensando en que alguien se podría hacer daño con el.
<<Córtate, te sentirás mejor, así te castigarás por ser diferente, por ser fea, por ser como eres...>> me decían unas voces en mi cabeza.
Decidí hacerles caso y con las manos temblando me dirigí a mi brazo dispuesta a hacerlo, no quería morir pero si quería evitar que el dolor físico eliminara el emocional, al menos momentáneamente.
Recuerdo perfectamente el dolor, mi piel ardía, se sentía horrible. "
Después de recordar ese horrible día me levanté de mi cama, y aunque estaba prohibido, comencé a caminar por los fríos y oscuros pasillos de aquel horrible lugar.
En medio de mi paseo escuché unos sollozos y sin siquiera poder evitarlo me dirigí hacia el lugar de donde salían aquellos lamentos.
Venían del baño de hombres, crucé la puerta con el miedo enfundado en mis venas y al ver a Flinn en un rincón llorando y con sangre derramándose de sus muñecas comencé a derramar lágrimas de dolor y rabia.
¿Por qué? ¿Qué quería demostrar haciendo eso?
—Flinn ¿Qué mierda haces?
—apenas escuchó mi voz levantó la cabeza asustado.—Paula, esto no tiene nada que ver contigo... —intentó explicarse, pero lo cogí del brazo del que no caían gotas de sangre y lo llevé a su vacía habitación.
Con un trapo comencé a presionar su herida y luego comencé a buscar signos en su cuerpo de que era la primera vez que lo hacía, y así era...
-¿Es bonito ver como tu mejor amigo se corta? -me preguntó socarronamente y negué con la cabeza mientras mi labio temblaba.
Me alejé de él al escuchar su risa, ¿Qué mierda pasaba por su cabeza? ¿Por qué se tomaba todo con risa?
Comencé a golpear la pared de su habitación con fuerza, sentía como las paredes de esta se cerraban poco a poco al igual que mi garganta, sentía como todo se estaba acabando para mi.
—Solo cierra los ojos y piensa en algo bonito —puso sus brazos a mi alrededor provocando que comenzara a llorar contra su pecho.
Holaaa
Una pregunta ¿alguna vez se han cortado o han llegado a hacerlo? ¿por qué?
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Muñeca rota
Teen FictionPaula Expósito es huérfana, todos se meten con ella, no tiene amigos y las marcas en sus muñecas no le bastan. Un día en el que ya no aguanta más, decide crear una lista de cosas que hará para que luego pase lo que tiene que pasar, llevará las marc...