CHIAI "Amor Eterno"

Capitulo 12. Chan, chan, chaaan.

Caminaba por el sendero que me conducía al instituto. Ya me sentía mucho mejor, el dolor había desaparecido y solo quedaba que las secuelas de Andrés desaparecieran por completo. Desperté más temprano de lo habitual, hasta Sashi estaba sorprendida, pensó que me sentía mal o algo así, pero la tranquilice diciéndole que simplemente no podía dormir. Y eso era cierto, casi no pegue un ojo en toda la noche pensando en cómo averiguar más cosas sobre Mabuchi. Tal vez le hable a la chica con la que comparto algunas clases. Kairi. Nunca le hable durante todo este tiempo, pero siempre hay una primera vez para todo, ¿No? Además he notado que ella y Kou se conocen, tal vez si me hago amiga de ella pueda sacarle algunas cosas.

—¡Yuuuuuui!

Escuche gritar mi nombre pero sabía muy bien de quien se trataba.

—¡Hola! ¿Qué haces por aquí? —pregunte mientras daba media vuelta observando como Shiro corría a mi encuentro.

—¡Al fin te alcance! —Suspiro cansada mientras disminuía su trote y recuperaba el aliento—. Pues, ya que mis padres no pudieron dejarme en coche me vine a pie —me sonrió y camino junto a mí.

Shiro es tan floja que le pide a sus padres que la dejen en auto al instituto y como ella es hija única, tratan de complacerla en casi todo, por eso siempre la traen y la dejan. Aunque también son un tanto, sobreprotectores pero al menos no son del tipo que asfixiaría, solo que a veces se preocupan más de lo necesario.

—Me sorprende que te dejaran venir caminando, y sola.

—Les dije que me vendría contigo, además ya casi tengo 17 no soy una niña —rodeo los ojos—. Hablando de eso, se acerca mi cumpleaños, ¿qué tal si vamos después de clases a celebrarlo? Podemos traer a Sashi —sonrió con un brillo esperanzador en sus ojos.

—Por supuesto tontita, no me perdería el cumpleaños de mi mejor amiga por nada —su cumpleaños es este miércoles, tengo algunas ideas acerca de su regalo.

—¡Genial! —chillo emocionada—. Tal vez hasta podamos invitar a Kou —se burló levantando una ceja picarona.

—Ahora que lo mencionas, tengo que contarte una idea que me ha estado rondando por mi cabeza.

Shiro escuchó atentamente mi idea mientras seguíamos nuestro camino al instituto.

Cuando llegamos, teníamos 10 minutos de sobra. Wow. Es una de las pocas veces en las que no tuve que llegar corriendo para poder entrar al salón a tiempo. Tal vez debería de levantarme temprano más seguido, debería. Sacaba mis libros de las primeras horas de clase. Artes, Administración, Filosofía. Me pregunto, ¿Qué clase compartiré con Gin hoy? La verdad no lo he visto desde que llegue.

—Oh, déjame ayudarte. Comparto algunas clases con ellos, puedo acercarme y hacerme su amiga —se encogió de hombros mientras se miraba en el pequeño espejo pegado a su casillero en el que se acostumbraba a ver—. He hablado un par de veces con Kyo y es amigable.

—Eso no lo sabía —fruncí el ceño. En todo este tiempo que los he visto, nunca pensé que fueran... amigables. Aunque comparto algunas clases con ambos, nunca les preste atención realmente.

Tocaron el timbre que anunciaba el inicio de las clases. Bien, comparto esta primera hora de clase con Kairi, tratare de acercarme a ella.

Estaba sentada en mi usual asiento, al lado de la ventana, estaba nerviosa no sabía cómo debería comenzar la conversación, tal vez un simple "Hola, ¿Qué tal?" aunque sería raro ya que nunca le he hablado y sería muy repentino. Ella aún no ha llegado y lo más curioso es que Mabuchi aún no lo ha hecho tampoco. Si no llega la chica realmente seria mi karma.