Dos Chicos, Una Decisión #1

1. Nueva Casa

Camila Leyva

9 años

Nueva ciudad, nueva casa. Mamá dijo que aquí podríamos rehacer nuestra vida porque ella se separo de papá, no la culpo, yo también dejaría a alguien si me golpeara.

Freddy y yo íbamos en la parte trasera del auto de mamá, nos mudábamos a otra parte de la ciudad que está como a seis horas de donde vivía anteriormente.

—¿Crees que se un lindo lugar a donde vamos, Freddy? —le pregunté a mi hermano que estaba escuchando música en su celular, mi hermano tenía 10 años pero se comportaba como alguien mayor para cuidar de nosotras mientras nuestro papá se la pasaba de fiesta en fiesta, ni siquiera estoy segura si él trabajaba.

—Seguramente sí, Cami —dijo Freddy sonriéndome.

—Ya casi llegamos —nos mencionó nuestra mamá mirándonos por el retrovisor de su auto.

—¿Ya estarán mis cosas cuando lleguemos, mami? —pregunté observando a mi madre.

—No cariño, debemos esperar, la mudanza quedó atorada en el tráfico y tardaran en llegar —dijo mi mamá haciendo una mueca.

—¿Y qué haremos en lo que llegan? —preguntó Freddy

—Ya tengo la llave de la casa, podemos explorarla.

—¡Sí! ¿Podré escoger mi propia habitación? —estaba feliz, mamá nos contó que la casa era grande, espero poder tener mi habitación.

—Claro, Cam. —dijo mamá sonriendo y doblamos en una calle. —Hemos llegado —dijo apagando el auto frente a una enorme casa café.

—Wow —dijo Freddy asomándose por la ventana del auto. —¿De verdad viviremos aquí?

—Así es, bajen ya. —ordenó nuestra madre desabrochando su cinturón de seguridad, Freddy y yo hicimos lo mismo y bajamos del auto.

En verdad era muy bonito aquí, todas las casas eran igual de grandes como es la mía, a lo lejos puedo observar un gran parque.

Lo acabo de ver y ya quiero ir.

Mamá abrió la puerta de la casa y entramos, se veía enorme, claro supongo que porque está vacía.

—Mamá, ¿puedo subir a escoger mi habitación? —le pregunté impaciente, en verdad estoy emocionada por tener mi propia habitación.

—Claro. Freddy, acompáñala —mi hermano asintió y subimos a la planta alta.

—Freddy —le hable a mi hermano, estaba muy serio desde que salimos de nuestra antigua casa.

—¿Qué pasa, Cami? —preguntó abrazándome.

—¿Estás triste porque mamá ahora está sola? —unas noches anteriores habíamos escuchado llorar a nuestra mamá, pero no le dijimos nada porque Freddy dijo que ella quería ser fuerte ante nosotros.

—Un poco, mamá no merecía que nuestro papá la tratara así pero ahora ella está sola. —hizo una mueca.

—Pero nos tiene a nosotros —le dije sonriendo.

—Es cierto, nosotros haremos que olvide ese pasado oscuro, debemos amarla mucho Cami.

—Eso no será difícil —Freddy sonrió y seguimos caminando por el largo pasillo, había cuatro habitaciones, y una de ellas sería mía.

Llegamos a una habitación, todas eran iguales pero supongo que mi mamá va a querer decorarla, así que entré a una y decidí que sería la mía, Freddy escogió la que estaba enfrente para que no estuviera muy lejos de mi para cuando lo necesitara.