Adele Sparks

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Home- Luke Castellan One-Shot.

First, this fanfic is dedicated to some demigod called Rose, daughter of Zeus. Girl, Merry Christmas and Happy New Year!

With that said, we can start this :3

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Adele Sparks trataba de alisar todas las arrugas presentes en su vestido con la ayuda de sus manos. Había recordado que una vez se prometió guardar para una ocasión especial. Ésta era una, pero no de la forma en que lo esperas.

Sus hermanos y hermanas ya habían ido a la quema de banderas, así que sólo quedaban ella y su pequeña hermana, Sabrina. La cabaña de Apolo parecía muy vacía sin sus respectivos habitantes.

−Ya está− dijo Sabrina con un tono suave mientras veía como el cabello zanahoria de su hermana estaba perfectamente ordenado en una coleta alta.

Adele la miró, sus ojos marrones  eran rodeados por grandes ojeras y sus labios estaban algo partidos por las pesadillas. El reflejo de Adele  mostraba perfectamente en lo que se había convertido.

Un cascarón vacío.

Sabrina apartó sus ojos azules de la mirada de su hermana.

−Él no hubiera querido verte así, Ady. Será mejor salir ahora− dijo su hermana tratando de sonreír. Le lanzó una sonrisa antes de dirigirse a la puerta.

Nadie se atrevía a verla a los ojos desde ese fatídico día, y por una razón el que su hermana menor hiciese eso le dolió aun más.

Porque todos sabían el día que Adele Sparks perdió el brillo en sus ojos.

Adele corría sin parar, matando monstruos y tratando de encontrar a las personas que deseaba. Había perdido la cuenta, pero fue cuando sacó su espada del abdomen de uno de sus enemigos cuando escuchó los gritos de victoria y las puertas  abrirse. Fue cuando el nudo que tenía en su estómago todo ese tiempo desapareció que su sonrisa, algo cansada, apareció.

Al ver las puertas abrirse empujó a todos para poder encontrarse con lo sucedido.

Annabeth, Percy y Luke.

Adele siempre tuvo la esperanza de que él volvería con ellos, y que ella después de todo por fin se podría declarar. Podría decir cuánto lo extrañó.

Sin embargo, el sentimiento cambió cuando vio a una Annabeth llorando. ¿Qué había ocurrido?

Lo primero que verificó fue que Percy estaba bien, así que no entendía por qué la rubia  lloraba. Hasta que fijo su vista en el mismo lugar que lo hacía el hijo de Poseidón.

No podía ser.

Pero todo acaparó cuando vio el cuerpo de Luke con sangre y sin vida en el piso.

Adele sentía que su mundo se venía abajo.

La pelirroja recuerda mucho lo que pasó luego, sólo sabía que había corrido y se había confesado a un cadáver. Se había confesado con lágrimas y gritos, siempre guardados, que lo quería.

Recuerda haber despertado en la enfermería y que todos la miraban con cara de afligidos, porque nunca pensaron que la pelirroja hija de Apolo había querido a Luke Castellan.

Hasta había derramado lágrimas con Thalia Grace y Annabeth Chase.

Adele no se dio cuenta de que había estado llorando hasta que pudo sentir sus mejillas húmedas y ver las gotas caerse en su vestido, que era de un tono amarillo claro.

Miró al espejo y no supo bien a quién se dirigía esta vez.

−Aún no puedo aceptar la idea de que te hayas ido− dijo mientras el reflejo decía lo mismo pero sin sonido alguno.

No pudo soportar la mirada y entonces fue cuando una idea se le cruzó por su mente. Fue hasta la mesa de luz y sacó un pequeño diario que él le había regalado por su primer cumpleaños en el campamento.  Él siempre había sido amable con ella, capaz fue eso lo que llegó que ella lo viese como algo más.

Sonrió al ver las viejas anotaciones que tenía, escribía ahí desde que tenía doce años. Siete u ocho  años estaban escritos en ese pequeño diario. Eran simplemente trozos de frases que lo recordaban a él, o a veces cartas cortas que ella escribía para el hijo de Hermes.

Lo último anotado o más bien puesto eran una fotografía que se habían tomado juntos, ambos sostenían una gaseosas y sonreían a la cámara. Fue en su cumpleaños número catorce, unos días antes de que se supiera que Luke era el ladrón del rayo.

Adele dio vuelto la foto y pudo observar la caligrafía de Luke.

"Feliz cumpleaños, zanahoria".

La pelirroja tuvo que cerrar un momento el pequeño cuaderno y respirar profundo, luego tomó su bolígrafo  negro y abrió en la siguiente página.

Comenzó a escribir su adiós para Luke Castellan.

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