Capítulo 1

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Abrí la ventana y me escabullí de casa sin hacer el mínimo ruido, necesitaba despejar mi mente unos minutos, había pasado muchos días sin salir de esta y no me gustaba estar mucho tiempo en lugares cerrados. Ese día sentía la terrible necesidad de tomar aire, con el fin de no ahogarme bajo las paredes de mi habitación.

No le había dicho a mi tía que saldría, ya que era obvio que me preguntaría a donde iría y no tenía ganas de mentirle, ya que si le decía el lugar, me tomaría por loca.

Una vez que me alejé de casa lo suficiente como para no ser vista, me detuve en la parada de autobús y tomé el primero que pasó. Observé por la ventana mientras mi mente viajaba a lugares lejanos, lejos de la realidad. Me sabía de memoria el camino que el vehículo recorría, gracias a todas las veces que había pasado por ahí dirigiéndome al mismo terreno que necesitaba cuando quería olvidarme de todo, el bosque.

Ustedes dirán ¿El bosque? ¿Qué hace una chica de 17 años rodeada de árboles en vez de estar en un centro comercial?

No lo sabía, siempre me había gustado este lugar sin poder evitarlo. Desde pequeña solía venir con mi mejor amiga, Sam. Pasábamos metidas en el bosque, ya sea explorando o chillando cuando veíamos alguna culebra.

Ese último año me había ausentado bastante, ya que mi compañera de aventuras tuvo que cambiarse de ciudad, a pesar de que la sensación de bienestar jamás se iría, no era ni la mitad de divertido aparecer por ahí sola.

Me hice paso entre los arboles, deleitándome con la maravilla natural que tenía frente mis ojos. Comencé a murmurar cualquier melodía inventada en el momento mientras me sentaba en un árbol caído que estaba ahí desde hace años. Cerré los ojos, pero un leve ruido me hizo volver a abrirlos, con el inmenso silencio que había, cualquier movimiento podía ser percibido.

Me puse de pie y giré sobre mis talones, inspeccionando el lugar, todo estaba en tranquilidad y no había nada fuera de lo común, por lo que supuse que había sido algún pájaro revoloteando por ahí.

Retomé mi caminata sin quitar la vista de la copa de los árboles, mala decisión.

Tropecé y caí de golpe al suelo por culpa de una raíz. Maldije internamente por haber sido tan despistada.

Me levanté levemente apoyándome con los codos y giré la cabeza para mirar hacia atrás. Pero antes de llegar a hacerlo, algo por el rabillo del ojo llamó mi atención.

Un libro con un lápiz posicionado perfectamente a su lado. Fruncí el ceño y me pregunté qué tan despistada había sido como para no notar antes que estaba ahí.

—Creí que era la única que venía aquí —murmuré en voz baja, dando pasos lentos hasta él. Quien fuese que lo hubiese abandonado, lo había dejado en una posición casi perfecta.

Me incliné para alcanzar el libro y abrirlo curiosamente, solo tenía escrita la primera hoja.

Se te ha concedido un deseo —decía con letra cursiva. Abajo había líneas. Pasé los dedos por la página y solté una risa, era una buena broma.

—Aunque sin mucho sentido —pensé en voz alta. Lo miré unos segundos más y me levanté para volver a casa. Era una situación demasiado bizarra para quedarme ahí, sobre todo considerando el hecho de que estaba en un bosque a las afueras de la ciudad donde rara vez llegaba alguna persona.

Me puse de pie y quité la tierra de mis jeans. Avancé a pasos decididos, mirando de reojo a mi alrededor. En verdad estaba sola. Me detuve dubitativamente y volví a mirar hacia atrás.

Podía escribir cualquier estupidez, ¿han escuchado de la ley de atracción? Ah, re fantasiosa era la chica.

Claramente era una broma, pero cada parte de mí me gritaba que escribiera una cosa.

Un cosquilleo en mi estómago me hizo girar la cabeza, si escribía ese ''deseo'', de todas formas, no le haría daño a nadie. Estaba sola.

Suspiré, ¿Por qué tenía que ser tan impulsiva? Ni modo.

Di una última ojeada a mi alrededor y me devolví antes que me arrepintiera y escribí en la primera hoja lo que siempre deseé desde pequeña.

''Deseo tener grandes habilidades sobrenaturales. ''

Anoté con rapidez, como si estuviese firmando algún tipo de contrato. Una sensación extraña recorrió mi espalda y me reí de lo imposible que sería tener poderes. ¿Cómo había podido caer en aquella estúpida broma? Miré a mi alrededor, ¿a qué hora salían las cámaras?

Volví a mirar lo que había escrito con una mueca, la letra me había salido horrible, y mi deseo ni siquiera estaba bien formulado, ¿grandes habilidades sobrenaturales? Eso era demasiado amplio, ¿no? Tal vez debería haber sido más puntual.

—Demonios, ¿por qué si quiera estoy pensando esto? Es solo un estúpido... —Un destello de luz proveniente del libro hizo que las palabras que estaba diciendo se esfumaran al instante—. ¿Qué... carajos...?

Mi garganta se cerró por la impresión, una luz cegadora y brillante se comenzó a incrementar frente a mis ojos. Solté el libro al sentir que éste quemaba mis manos y di dos pasos atrás, pero la luz no se detuvo, avanzó hacia mi, alcanzando y rodeando mi cuerpo por completo.

***
Desde ya, muchas gracias por estar aquí y darle una oportunidad a mi obra, espero no defraudar a nadie.

-Con amor, Tani.

-Con amor, Tani

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Cambio Radical [Novela en Dreame]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora