Capítulo 3

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Juliette Monroe, Nueva York. 14 de Marzo, 11:06 p.m.

Por fin llego a casa después de un largo día lleno de trabajo, como siempre.

Saludo a Alex, esta a punto de irse a trabajar. No puedo creer que aguante su horario de trabajo, claro él siempre está sentado.

Quiero saludar a los demás pero supongo que ya están dormidos así que voy directo a mi cuarto.

Me pongo la pijama; un pequeño short color azul y una blusa de tirantes blanca. Estoy a punto de meterme en la cama pero algo despierta mi curiosidad:

Un grito.

Tan desgarrador que corro a mi ventana para ver qué pasa. Veo a una mujer corriendo del otro lado de la calle y un hombre detrás de ella. No lo pienso ni dos segundos y salgo corriendo de casa para ayudar.

Atravieso la calle y comienzo a gritar.

-¡Hey! ¡Oye, déjala en paz! -el hombre ya estaba agarrando a la mujer del brazo muy bruscamente y voltea a verme- ¡Ya llamé a la policía así que largo!

El hombre rápidamente sale corriendo lejos de mí.

-Oye ¿Estás bien? ¿Te hizo algo? -le digo a la mujer misteriosa mientras me acerco a ella.

-Creo que sí, muchas gracias -dijo algo más calmada.

-¿Sabes quién es él? ¿Necesitas algo? -ya estoy demasiado cerca de ella, para consolarla.

-Lo estoy, ahora lo estoy -dice con una sonrisa muy rara-. Gracias Juliette.

Estoy tan desconcertada, ¿Qué pasa? ¿Cómo esta extraña puede saber mi nombre?
Antes de tratar de contestar a todas mis preguntas siento como la mujer me toma de las muñecas y de pronto una mano tapa mi boca y nariz con un trapo. De pronto veo sólo el rostro de la mujer que me tendió una trampa.

Es lo último que veo antes de que mi vista se vuelva completamente negra.

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Harry Styles, Londres. 14 de Marzo, 8:27 p.m.

Estoy listo para mi cita, tengo puesto mi mejor traje y uso mi loción favorita.

Estoy muy nervioso pero listo y emocionado. En serio me gusta esta chica; es diferente, hermosa, especial, graciosa, hasta ahora es perfecta. Simplemente perfecta.

Me veo por última vez en el espejo de mi cuarto y salgo de casa con la mejor de las sonrisas.

Entro a mi auto y justo cuando voy a dar la vuelta para entrar a la calle una camioneta se atraviesa y hace que pare al instante. Imbécil.

Salgo de mi coche enojado por la mal forma de manejar del idiota que por alguna razón consiguió una licencia y comienzo a gritar:

-Oye idiota ¿Qué te pasa? -me voy acercando poco a poco a la camioneta.

-Lo lamento, no te vi amigo -dice el hombre que sale de la camioneta.

-Si, claro ¿Qué acaso no viste que estaba a punto de salir?

-De hecho si -dice algo risueño.

-¿Qué?

Estoy tan confundido, ¿Por qué dijo eso y con ese tono de burla? Estoy a punto de golpearlo por mi enojo pero antes de que pueda hacer algo otros dos hombre salen de la parte de atrás de la camioneta y me toman de los costados mientras observo al hombre con quién estaba peleando hace un instante colocando en mi rostro un pañuelo con un olor horrible, fuerte. Cloroformo.

Me siento tan mareado que me caigo sobre mis rodillas sin que los extraños me suelten de los brazos. Antes de que mi vista se llene de oscuridad veo al hombre a los ojos y él simplemente dice:

-Buenas noches Harry.

Supongo que no llegaré a mi cita.

Encerrados | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora