Capítulo 2. -Los gifos de la diosa

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En el palacio no se escuchaba nada, tan solo los lamentos de los subordinados al ver los daños que había echo aquel demoníaco gigante. Datles no se fijó en ellos, solo quería seguir aquella luz que se adentraba a lo más profundo del palacio. Bajó a lo más profundo,llegando a una zona que nunca había ido ya que normalmente estaba protegido por guardias, pero claro después del desastre de antes habían salido a proteger a su rey. Aquello estaba muy oscuro, menos esa luz que reflejaba bajo la gran puerta de piedra. ¿Cómo era posible que esa luz la captara el desde el esterior? Ahora que no había nadie ni testigos, empujó la fuerta con fuerza, pensándoselo antes un poco ya que esa zona estaba prohibida para todo el reino, incluso para su padre.
Al empujar cegó un poco los ojos. Pasó con lentitud cuando volvió a ver con claridad hasta que la puerta se cerró sola.
Estaba tenso, muy tenso. Cuando sus ojos ya lograron ver defintivamente miró a su alrededor, observando que era un pequeño santuario. El suelo estaba cubierto de platino, y en el centro de la sala había una gran mano de piedra que sostenía esa luz.
Se fue acercando lentamente hacia aquella luz, viendo que de cerca, se trataba de un objeto brillante. Tenía miedo de acercar sus manos a él, pero de repente salió un destello de aquella luz, cobrando la forma de una pequeña Zuespa sin cabello, con espinas en la cabeza y las costillas sacadas hacia afuera.

-Ya era hora... -dijo aquel ser mientras se espolsaba las escamas de sus hombros.

Datles estaba alucinando, por mucho que pestañeara esa cosa seguía ahí.

-Me llamo Lora. Soy uno de los guardianes de los gifos de la diosa Nuyra. -Dijo un una mano en la cadera, mientras que miraba las uñas de su otra mano.

-...¿gifos, Nuyra? ¿De qué estás hablando? -dijo Datles con cierta inseguridad, mirándole con desconfianza.

-¿Estás tan sorprendido después de ver a un barolux? -dijo Lora a la misma vez que arqueaba una ceja.

-¿Barolux...te refieres a la cosa esa gigante?

-Exacto. -respondió enseguida, cambiando su tono de voz a uno más frío. -Puede que todo esto sea muy repentino, y se ve que no sabes la leyenda, pero en fin...para eso Nyura me eligió a mí. -suspiró. -Este objeto que ves aquí enfrente tuyo, es un gifo. Y estos tienen una existencia por algo.

-¿eso es un gifo? -preguntó Datles pensativo.

-Veo que te tengo que dar una larga explicación... -volvió a suspirar, pero esta vez pesadamente. -Nuyra, diosa de los cielos, os creó a todos vosotros ¿no? A los Zuespas, Cilógratas,Leitanes, Daisenos y a los Entiscas. Bueno, pues mucho antes de eso, Nuyra tenía una hermana llamada Deonis. Nuyra era la que controlaba el sol, la luz y la vida, y Deonis controlaba la luna, la oscuridad y la muerte. A pesar de esas diferencias se tenían respeto, hasta que Deonis solo veía que se encargaba de matar a las creaciones más primitivas de Nuyra que no le agradaban. Ella también quería ese poder de la creación, ese poder tan divino. Pero no tenía suficiente poder para todo aquello,necesitaba la pricipales materiaa de la oscuridad, el odio, la desesperación, el miedo y la tristeza. Después de que Nyura creara a sus seres,Deonis se alimentó del odio, de la desesperación, del miedo, de la tristeza de estos, ya que todos eran tan diferentes que no podían convivir entre ellos.
De ahí se reveló, creando a criaturas totalmente maléficas, arrasando todas las tierras de Nuyra. Y, por supuesto Nuyra la detuvo, encerrándola en Baragón del vacío, encerrándola con cinco pilares, sellando esos pilares con cinco gifos sagrados creados por...bueno, más bien Nyura los guardianes de las cinco razas. Nosotros ayudemos a Nuyra en la batalla contra Deonis.

-¿Nosotros...c-cómo? -dijo aún sin asimilar toda la historia.

-Yo soy uno de los guardianes de las cinco razas. Soy Lora, la guardiana de los Zuespas, y cada guardián está sellado en un gifo. Cada gifo está en una región y ese gifo protege su tierra. Y todos estamos esperando a un elegido de esa raza para guiarles a su destino, y tú, Datles, has sido el elegido, por eso estoy aquí.

-Espera. ¿Elegido de qué? -dijo con desconfianza.

-El elegido de detener el mal, y heredar el gran gifo de los Zuespas. -dijo con una voz algo más grave.

-¿¡P-pero por qué yo!? No quiero ser responsable de la existencia de los Zuespas

-El gifo a reaccionado ante ti,con eso ya debería ser suficiente para que te quepa en la cabeza. -le dio un coscorrón con uno de sus pequeños puños.

-augch...-se frotó la cabeza, mirando a Lora con algo de enfado.

-No tienes que hacerlo tú solo, estoy aquí para guiarte. Y antes de nada hay que encontrar los elegidos de los otros gifos, así que tenemos mucho que hacer. -dijo en una voz risueña y juguetona, terminando con una pequeña risa.

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⏰ Última actualización: Jan 01, 2016 ⏰

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