Amelia <3 -----
El papa de Tyler llego más temprano del trabajo así que nos libramos de el trabajo de niñeros por hoy, y como quiera nos pagaron. Nos fue bastante bien, si puedo agregar. Decidimos volver al colegio ya que mañana hay clases y todavía tenia que hacer la tarea pendiente.
“Tengo hambre, se me antoja un sándwich de pollo con mayonesa… Me acompañas a la cafetería?” Dijo mientras caminaba hacia la cafetería, yo lo seguí a modo de respuesta.
“Ewww, pollo con mayonesa? Eso es grotesco. Odio, odio, odio la mayonesa” No pude evitar hacer el comentario, la mayonesa mejor se aleja de mi o cosas podrían pasar…
“Eso es todo. Creo que ya no podre trabajar contigo. Nuestra relación está rota. Nada puede arreglarla. La mayonesa es parte muy importante de mi vida…” Tyler dijo bromeando, con una falsa expresión herida en su rostro.
“Sabes, estuve viendo el titanic ayer y no pude evitar llorar. Creo que esas fueron las mismas palabras que le dijo Jack a Rose mientras se congelaba” voltee los ojos.
“Te haz burlado. No te preocupes, pronto me toca a mí” Entramos a la cafetería y mi atención –al igual que la de todos- voló a una mesa en el centro. La mesa de Roxanne. Últimamente la mesa que evitaba a toda costa- la mesa de Kendall.
“Felicitaciones! Duraste más de lo que pensé” le dijo Roxanne a Kendall. La Cafetería estaba en silencio, a excepción de ellos. Kendall se veía tenso, sus manos estaban fuertemente cerradas en puños que delataban su rabia. Roxanne se veía… como una zorra. Como siempre se veía.
“ ¿Que dices? Yo te deje a ti. No al revés, princesa”
Luego Roxanne lo dijo. Que todo había sido un plan. En mi contra. El solo había sido un daño co-lateral, y había funcionado. Porque Kendall me alejo - ¿o yo lo aleje a el?- lo mas que pudo. Tanto que todavía pienso en él y me duele el corazón. Tanto que evitarlo había sido la única manera de seguir adelante. Sin embargo, despues de que tanto trate de advertirle, el que sufría era él. Y yo había más o menos seguido mi camino. Pero eso no me hacia feliz, porque Kendall era mi amigo de toda la vida, y había sido mi mayor anhelo. Lo que me hizo preguntarme ¿seguí hacia delante, o estaba todavía en el mismo lugar? Sin importar la respuesta, de lo que si estoy segura es de que nunca dejare que nadie me vuelva a dañar como Kendall lo hizo. Como yo dejé que él lo hiciera.
Por un segundo, mi mirada se encontró con la suya. Una mirada antes tan familiar y ahora tan desconocida. Me obligue a mirar al frente y hacer mi camino hacia Tyler. Cuando Kendall y yo dejamos de hablar, esos ojos verde olivo me seguían a todas partes y no iba a dejar eso pasar otra vez. Acompañe a Tyler a comerse su sándwich y yo me tome una malteada, tratando de escuchar y responder a sus chistes. Pero Tyler tenia este pequeño, insignificante don de ver mas allá de las mascaras… o era solo patéticamente obvia?
“Amelia. No tienes que fingir conmigo. Se que te pasa algo y no trates de negarlo”
Sorbí mi malteada.
“Y no te escondas tras ese popote. Puedes confiar en mí. Cuéntame que molesta esa cabeza ingeniosa tuya”
Y le conté todo. De Kendall, de nuestra amistad, de mi enamoramiento, de su rechazo. Todo. No me había dado cuenta de que tenía todo eso reprimido hasta que sentí el gran alivio de haberme desahogado.
“ ¡Ese es un gran drama! ¿Por qué no eres escritora? Podrías sacar una buena novela de eso”
“Tyler!”
“Bueno, bueno, ya… creo que hay solo una cosa que puedes hacer, para saber si realmente saliste adelante. Si ya no estás enamorada de Kendall…”
A veces me preguntaba si Tyler era gay. Tendré que esperar que el se confiese conmigo, así como yo me confesé con él.
Kendall <3 -----
El día siguiente a la ruptura, solo podía pensar en un cosa. Específicamente, solo podía pensar en una persona: Amelia. Amelia, Amelia, Amelia.
Como no quedamos en los mejores términos, asumí que todavía me estaría evitando así que tenía planeado hacer guardia en su habitación desde las 5 p.m hasta que llegara y tuviera que hacerme frente. A las 4:50 p.m cuando me disponía a salir de mi habitación para ir al dormitorio de Amelia, sonaron unos ligeros toques en mi puerta.
Murmuré una maldición.
“ ¿Kendall? ¿Estás ahí?” Podrán comprender que quede completamente anonadado cuando escuché la voz de Amelia a través de la puerta.
Corrí tan rápido en el reducido, desordenado espacio hacia la puerta que me golpee con ella en la frente mientras la abría. “Mierda”
“Estas bien?” Pregunto ella mirando a mi frente.
“Si, creo que mi puerta está atentando contra mi” acaricie mi frente. Definitivamente iba a tener un chichón mas tarde.
“Hace cuanto que no limpias? Este sitio es un chiquero.” Dijo mirando todas mis ropas amontonadas en el suelo.
“La pregunta correcta seria, ¿Cuándo he limpiado?” Siempre he sido un desastre y ella lo sabia, me conocía mejor que cualquiera. Incluso había venido a limpiar unas cuantas veces, cuando venia a pasar rato. Claro, la ultima vez fue hace como un mes… se sentía como mucho mas. No me había dado cuenta de todo el tiempo que habíamos pasado en silencio.
“Uhm… necesitabas algo?”
“ ¿yo? No ¿Por qué?”
“Bueno, viniste hasta aquí, asi que---
“ ¡oh! Claro. Claro. Yo, uhm, bueno… vine a saber como estas. Vi lo de ayer y… pensé que estarías mal”
“ ¿Por qué te importa?” Mierda. En mi cabeza había sonado mejor. Y ahora ella se veía ofendida.
“Yo… uhm, nosotros, éramos muy amigos. Pensé que querrías hablar con alguien. Lo siento, mi iré si te molesto” empezó a darse la vuelta pero yo la detuve.
“No, no te disculpes. Perdóname tu a mi. Tenía la intención de ir a hablar contigo ahora mismo, pero pensé que tendría que rogarte un poco. Ya sabes, como no quedamos en buenos términos y eso…”
“Si, si claro… bueno… ¿para que?”
“ ¿Para que, que?”
“ Para que ibas a ir a verme”
“Ah. Es que, tu me lo dijiste. Me dijiste que Roxanne era una perra y yo deje que ella nos alejara, y te dije cosas horribles que no quise decir. Así que me disculpo. Tu no te merecías lo que te hice.”
“Está bien, Kendall. Pero no fue Roxanne quien nos *alejo*. Eso lo hiciste tú. Porque yo dije que te amaba, dijiste que era un capricho y preferiste a Roxanne antes que a mi”
“Si, si, es lo que estoy tratando de decir! Ayer, después que Roxanne admitió que me había estado usando y encontré tus ojos en la multitud, me di cuenta que el idiota encaprichado era yo. Porque me metí con Roxanne, mientras tu me entregabas tu amor. Me di cuenta que yo también te amo. Perdóname, Amelia. Perdóname por favor.” Con una mano tomé la suya, y puse la otra en su cuello. Me acerque un poco.
“Kendall, ok, te perdono. Pero yo vine como una amiga. Como la amiga siempre que siempre estuvo contigo. Me heriste mucho, yo estaba destrozada, pero encontré una forma de superarte. Ahora me temo que es mi amistad, o nada?” Ella se soltó de mi agarre y me miro a los ojos, puso sus manos detrás de ella y mordió su labio nerviosamente.
“Supongo que solo amistad está bien por ahora”
“Kendall, no te quiero dar falsas ilusiones”
“Se que todavía me quieres como algo más que un amigo. Lo sé porque ese amor que me predicabas hace un mes no puede haber desaparecido. Sé que tengo una oportunidad contigo. Y no parare hasta que lo consiga. Te amo, Amelia”
Estaba siendo muy atrevido y confiado, pero sabía que por muy enterrado que lo tuviera, Amelia todavía sentía algo por mí. ¿Estaba en mi cuarto, no?
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El uno para el otro.
Novela JuvenilSaber que lo tenias delante de tus narices, y lo perdiste. Recuerdas esa frase? "Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde" ? Kendall si sabia lo que tenia, solo no se dio cuenta de su gran valor, y lo perdio. Pero, podra recuperarlo?