-Esto es por tu bien. Los dos te amamos pase lo que pase, sé que esto te dolerá más a ti que a Jace, solo entiéndenos, no queremos que nuestras peleas afecten el ambiente familiar...
-¿Ambiente familiar? -interrumpió ella- ¡Esto no es una familia! -gritó sin más-
-Cuida tus palabras y tu tono de voz jovencita, ella es tu madre -dijo su papá-
-¡TU NO HABLES QUE AHORA AL PARECER POR TU CULPA TENGO DOS MAMAS! -dice ignorando la cara de enojo de su padre- ¿Que hay de mis amigos?¿Como creen que reaccionaran cuando sepan que me voy de la ciudad, o piensan que no les diré?
-Bueno tendrás tiempo de despedirte de ellos y de Megan... -dijo su madre-
-¡Mamá Megan y yo ya no somos amigas! Entiéndelo de una vez... -se para y va corriendo a su cuarto- ¡LA PRÓXIMA VEZ ENSAYEN ANTES DE DECIRME QUE NOS MUDAMOS POR SUS CAPRICHOS ESTÚPIDOS Y EGOÍSTAS!
-¡JAILEN AHORITA MISMO AQUÍ! -el grito del Señor Miller resonó por toda la casa-
Así comenzó todo, y con un portazo por parte de ella, el silencio inundó la casa.
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Agarró su casco y subió en su moto camino a la cancha de fútbol donde sabía que estarían practicando sus amigos. Bajó después de haber estacionado su Benelli negra.
Dylan -el capitán del equipo- paró el entrenamiento a penas la vio acercarse. Siempre que interrumpía el entrenamiento, era por razones de suma importancia. Pero siendo optimista solo sonrió al verla.
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-Tómense unos quince minutos -ordenó Ryan, co-capitán-
Dylan, Ryan y Sam se dirigieron a las gradas donde ella estaba sentada.
-Hey Jai! ¿Qué sucede pequeña? -preguntó Sam al ver a su amiga con los ojos rojos y las mejillas hinchadas-
-Chicos esto lo veníamos venir todos... -sus tres amigos le dedicaron una mirada para que prosiguiera- Mis padres se divorciarán.
El silencio reinó durante los siguientes treinta segundos.
-Pero eso es bueno babygirl, sabes que es lo mejor para tus padres y tu...
-RYAN NO ENTIENDES! -gritó desesperada intentando no llorar obteniendo el resultado contrario-
Después de explicarles a detalle, todo lo que había sucedido entre su padre y su madre, les contó el mayor problema.
-¿Te mu-mudaras? -preguntó Dylan recibiendo un asentimiento por parte de Jai-
-A más de 1200 millas de distancia Jai -dijo Sam abrazando a su mejor amiga-
-No ayudas Samuel -rodó los ojos-
-Te vamos a extrañar, ahora quien nos va a ayudar con su instinto de chica...
-Ryan, sabes que nunca me he relacionado con las chicas de Cassiner
-Lo sabemos, pero quien nos ayudara a elegir bien las chicas -dijo Sam haciendo un puchero- Si no fuera por ti, seguiría saliendo con Amanda Evans, quien diría que pensó que YO le haría las tareas de Matemática -dijo en una carcajada- Sino me hubieras avisado tú, sería su cerebro privado!
-Chicos no saben cuanto los voy a extrañar -susurró en un tono casi inaudible a sus tres amigos, al instante tenía a Ryan y a Sam encima de ella abrazándola en cada lado-
Dylan estaba perdido en sus pensamientos, tenía la mente en otro lugar. Las palabras "mudanza" y "adiós" no hacían más que torturarlo. ¿Era la hora de confesarle todo? La chica que cambió su vida desde que entró en cuarto grado con sus jeans negros y con una camiseta de su equipo de fútbol americano favorito. La chica que comía hot dogs y pizza con el y sus amigos sin tener miedo a engordar
-¿Hermano estas bien? -preguntó Ryan al ver que Dylan tenía la mirada perdida en la cancha-
-Ya tenemos que entrar -dijo decaído mientras se aproximaba a sus compañeros de equipo-
Todo iba a cambiar y eso era algo que los cuatro sabían.
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Bueno aquí comienza todo, ¿listas para lo que se viene?
Frase del día: "A cada decepción le llega su olvido"
