Cuando conocemos a alguien, nos imaginamos y nos ilusionamos con una historia de amor, nos imaginamos hasta la personalidad de la otra persona, las cosas que tiene que hacer, las palabras que tiene que decir, y cuando algo cambia todo cambía, cuando esa persona no hace lo que esperabas cuando no dice lo que querías escuchar y cuando simplemente elige a otra persona en el mundo todo cambia.
Cuando conocemos a alguien tenemos que dejarlo ser, tenemos que aprovechar cada palabra que salga espontaneamente de la boca de la persona que tenemos al lado y dejar que nos sorprendan con acciones que nunca nos imaginamos pero que nos gustan.
De la misma manera que disfrutamos el momento tenemos que evitar que esa persona se convierta en todo, cuando el día de mañana eso se termine, no tenemos que dejar que se termine todo por más dolor que eso cause, de todas se sale con la frente en alto, recordando lo lindo como tambien tenemos que recordar lo malo asi no extrañamos mucho a esa persona que asi como nos hizo bien se tomo el trabajo de romper en pedasitos ese corazón que estaba dispuesto a todo.
Pero ese corazón se entrego al tiempo y el tiempo lo reparo como nuevo y hoy esta dispuesto nuevamente a darlo todo, pero de una mejor manera.