CAPÍTULO 11: TODO SEGUÍA ¿IGUAL? .
Su conducta, inpropia de un ángel, me dejó marcado. Pensé que lo que le dije iba a hacerle pensar al menos lo mínimo para que se diese cuenta de sus errores. O eso pensaba.
Una semana después de aquel momento tan desagradable entre X y yo, mi supuesto ángel de la guarda seguía ignorandome, su figura se alejaba cada vez más de mí, y con él la poca esperanza que me quedaba.
Amanecía otro día más de mi inestable vida. Como de costumbre, la cara entristecida no se me quitaba. Intente hacer un esfuerzo y parecer feliz para intentar engañar a la poca gente de mi alrededor. Ese día me miré al espejo pensando que podría pasar, que podría esperar unas gotas de felicidad que hidratasen el espiritú marchito que se escondía en mi interior, pero al instante me dí cuenta de que era imposible.
Salí de mi casa en dirección al instituto, con la cabeza agachada, pensando en todos los problemas que me rodeaban. Empezaron las clases que, como siempre, se pasaron rápidamente. Otra vez llegó el momento de bajar al recreo, y yo, como siempre hacía, fui a la sombra del roble, el cual parecía el único que no me ignoraba.
Al llegar pude observar a X al lado de un árbol que había sido talado, el cuál estaba al lado del roble. Me sentía raro, como con una mezcla de desprecio y tristeza en mi interior. En silencio, me senté donde siempre me sentaba. Sin necesidad de girarse, X me dijo:- Ven-. No sé si debía ir o no, pero, sin pensar, me levanté y me acerqué a él.- ¿Qué pasa?- A lo que me contestó, señalando una planta que crecía al lado del antiguo árbol- Escucha...Mira esta pequeña flor, desde su nacimiento ha ido creciendo gracias a los nutrientes del árbol que estaba aquí. Se podría decir que la planta no podía seguir adelante, pero, justo cuando mas lo necesitaba, talaron el árbol y la planta estaba sola, no contaba con ninguna ayuda, peró siguío creciendo sin necesitar ninguna simbiosis-. Aquel discurso suyo fue algo extraño, en aquel momento no entendía nada, pero justo cuando iba a pedirle una explicación, desapareció otra vez más, cosa que ya empezaba a molestarme.
En aquel momento un cosquilleo me recorrió todo el brazo.
CAPÍTULO 12: OTRA EXPLICACIÓN EXTRAÑA
Desde ese momento no pude pensar en otra cosa, y, cuando volví a ver a X lo primero que hice fue llevarlo a un sitio en el que estuviesemos solos, un lugar donde nadie se enterase de esto.
Cuando pude, le pregunté- ¿Qué significaba la historia de la planta?¿Por qué siempre me estas poniendo enigmas que hacen comerme el coco cada hora que pasa? Y lo más importante, ¿Por qué te vas siempre que necesito una explicación tuya?-. Pero no contestó, un silencio demasiado incómodo acompañaba a aquel ambiente tan extraño. De pronto, X dió media vuelta, y me dijo- Piensa...- al instante, se marchó.
Rapidamente le perseguí para intentar que me explicase de una vez todo lo que había pasado hasta el momento y, justo cuando estaba en el umbral de la puerta del aula, lo agarré y le dije -Tranquilizate, queda tiempo antes de que empieze la clase, el justo para aclarar mis dudas- X, al instante, me contestó- Tú lo has dicho, son tus problemas, y los debes intentar resolver tú-. Indignado, repliqué, intentando hacer que me ayudase- Pero no puedo resolverlos, lo intento, es lo único que hago y por eso te pido ayuda, porque no quiero pasar más noches sin dormir, porque quiero poder pensar en otras cosas, pero me pasa lo contrario, no puedo hacer nada más que pensar una forma de cambiar mi mueca de tristeza por otra que sea mejor, y necesito tu ayuda-. Al parecer hice pensar a X, porque su rostro se volvió pensativo, y me contestó- La respuesta vendrá cuando menos lo esperes-. Al acabr de pronunciar la última palabra, el timbre sonó, y comenzó la clase.
¿Había sido eso una explicación?¿ Habría intentado ayudarme? No sabía nada, estaba todo oscuro, no veía ninguna salida de aquel agujero negro en el que me encontraba.
Extrañamente, volví a notar el cosquilleo en mi brazo.
ESTÁS LEYENDO
A la sombra de sus alas
FanfictionAcababa de empezar el instituto, y mi vida hasta el momento no me había traído más que desgracias, pero justo cuando creía que nada podía mejorar conocí a X, una persona que me hizo ver la luz y ayudarme a seguir adelante. Gracias a X viví cosas que...