- El vuelo hacia Miami esta apunto de embarcar, los pasajeros de este vuelo pasen hacia el avión- eso fue lo primero que escuché en todo lo que llevaba en el aeropuerto de España, mi país, aunque claro, pronto dejaría de serlo.
Me voy a Miami ya que quiero estudiar en la universidad de bellas artes de allí, porque igual que muchos personajes que triunfaron en ello, estudiaron allí.
Me tengo que separar de mi madre y me cuesta mucho porque desde que recuerdo solo hemos sido las dos solas y siempre ha estado apoyándome, pero demasiado me ha costado conseguir ir a esa universidad ya que entre mi madre y lo poco que tenía ahorrado no me llegaba ni para la matricula, así que conseguí convencer a mis tíos para que me ayudaran a pagarla y vivir con ellos y a cambio yo le ayudaría en todo lo necesario en su empresa internacional, al final aceptaron y no puedo perder esta oportunidad.
Así que me dirigí decidida hacia el avión.
Menos mal que me despedí de mi madre antes de llegar al aeropuerto si no se me haría mucho más difícil, pero bueno ahora solo me queda pensar como será la universidad, si tendré nuevos amigos y como seguirá mi primo al cual no veo desde hace 15 años, pero recuerdo que me llevaba muy bien con él y que era adorable, y ojalá señor que no haya cambiado y sea otro típico chulo al que de verdad que no aguanto.
Me dirigí hacia las escaleras para embarcar y una mujer de alrededor de 30 años me revisó el billete y me dejó pasar, menos mal porque me estaba sangrando los ojos de solo verla ligar con señores de 60 años con apariencia de ser ricos.
Me senté en mi asiento correspondiente, al lado de la ventana. Estaba dispuesta a quedarme dormida, la verdad es que notaba como el sueño me consumía pero justo en ese momento una señora mayor se sentó al lado mía y empezó a contarme todo de su vida cuando era joven, a mí la verdad es que no me interesaba lo mas mínimo pero sonreí y asentí a todo lo que me decía.
Al final me quedé dormida, no lo pude evitar. No es que sea maleducada pero hay que entenderme, si tenía sueño y encima la señora empieza hablarme de su vida a cualquiera le hubiera pasado.
Me desperté cuando sentí un codazo repentino, abrí los ojos y lo primero que vi fue a la señora del asiento de al lado mirándome fatal, me encogí de hombros, que iba hacer ,yo no tenía culpa de que fuera tan aburrida su vida. Me di cuenta lo que quería decir ese codazo, era hora de bajar del avión.
Me levanté del asiento y me dirigí hacia la señora.
-Adiós mi querida amiga, ha sido un placer hablar con usted- me miró mas mal si eso era posible, pero que se aguantará, ella no era la que tenía un dolor de cabeza enorme por haber estado sentada al lado de un loro.
Cogí mis dos maletones y bajé por las escaleras.
Miré por todos lados buscando algún cartel con mi nombre ya que desde chica no veía a mis tíos así que no nos reconoceríamos.
Después de cinco minuto dando vueltas y viendo a familias reencontrándose, encontré mi cartel.
Me acerqué hacia ellos y mi tía se acercó hacia mí, le vi el parecido con mi madre y en un principio me transmitió confianza.
-Hola cariño, por fin llegaste, tenía muchas ganas de verte después de tantos años- me dijo mi tía, Ana.Parecía adorable pero no me llegó a convencer porque si tantas ganas tenía de verme podría haber venido a visitarme con todo el dinero que tiene, pero no quise desconfiar tan rápido ya que tendría que vivir con ellos.
- Hola tía- sonreí todo lo que pude, tanto que parecía que se me iba a romper la cara, la verdad es que parecía tonta.
-Hola Bianca- me dijo mi tío. Parecía muy seco pero tenía algo que demostraba que era cariñoso y con su sonrisa decía que de verdad quería que estuviera ahí.
-Bianca cariño, estoy deseando que llegues a casa , te hemos preparado una habitación.
- Gracias, tampoco hacía falta tía.
Me dirigí hacia la salida del aeropuerto de Miami pero mis tíos me pararon, me quedé confusa creí que me querían aquí porque como me vuelvan otra vez hacía el avión creo que mato a alguien, que conste que en verdad no soy tan agresiva.
Iba a preguntar que pasaba pero se me adelantaron y me señalaron hacia un lugar, mi confusión creció hasta que vi a un chico de unos 21 años sentado en un banco mirando hacia su móvil con el ceño fruncido, desde luego lo que estuviera mirando no le gustaba nada. El chico era alto y musculoso pero sin embargo lo que más destacaba eran sus ojos súper azules, tenía los cabellos morenos. La verdad es que era bastante guapo para que mentir estaba muy muy bien. Yo no es que fuera fea, más bien me veía normalita tirando para guapa. Soy de estatura media, con los ojos verdes esmeralda y los cabellos entre rubios y morenos nunca sabré definirlos, como ves bastante normal.
-Ese es tu primo Marc, ¿lo recuerdas?- me cortó el pensamiento mi tía con ese comentario.
Me dirigí hacia él sin siquiera contestarle a mi tía que esperaba mi respuesta.
A medida que me acercaba el levantó la vista y se dio cuenta de mi existencia.
Se levanto hacia mí y me sonrió de una manera traviesa pero a la vez bastante dulce.
El viaje estaba pintando cada vez mejor.
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Imparable
Teen Fiction¿Qué serias capaz de hacer para poder entrar en la carrera de tus sueños? Eso fue lo primero que me pidieron cuando me mudé a otro pais, con otras personas y a otra universidad. Yo haría lo que fuera por entrar en la carrera de bellas artes , así qu...