mi niñero favorito

Capítulo treinta y nueve

Kyuu!- alargue riendo -Es que... es que él es increíble- dije seguido de un suspiro.
-Si claro 'increíble'- era bastante notorio su sarcasmo -Creo que 'idiota' le queda mejor- volteé a verlo fulminantemente y vi como Luci le enterraba el codo en sus costillas.
- ¿Quién está saliendo con él? ¿Tú o ella?- me defendió Luci.
-Si lo sé... pero él no termina de agradarme para - agitó mi cabello.
- ¡Hey!- ahora yo lo golpeé -Deberían de conocerse más...- le dije sonriente -En realidad él me hace feliz- me detuve para sacar las llaves de mi auto ya que habíamos llegado a este, pero en lugar de buscarlas seguí hablando -Es tierno, divertido, cariñoso...
- ¡Basta chica! ¡Qué comenzaras a tirar baba!- riendo Lucia me interrumpió, cosa que agradezco si no hubiera seguido así por horas.
-Pues más vale que no se pase de 'cariñoso' si no yo iré ha darle 'cariño' a mi manera.
-Ey no te metas con mi novio, tú tienes a Luci- le dije soltando una carcajada, obviamente no se refería a esa clase de cariño. Entendí claramente el 'sabes a que me refiero' que me decía con su mirada. Lo abracé a el y después a mi amiga -Nos vemos mañana- les dije sonriente mientras buscaba mis llaves, ellos se fueron en el auto de Kyu. Después de cerca de diez minutos de buscar las llaves, las encontré al fondo de mi bolsa.
Subí al auto para conducir hacia casa, cuando me puse a pensar que no había comprado nada para Jung, y seguramente él había preparado algo especial.
Cambié de dirección hacia el centro comercial, estacioné el auto, tomé mi bolso y bajé. A la velocidad de la luz recorrí el centro comercial en busca de algo, pero no lograba decidirme, estaba entre una camisa y una loción. Pero ninguno me convencía.
Regresaba a la tienda donde había visto la loción, pero pasé por una joyería y ví un hermoso dije de plata en forma de corazón, el típico que se divide convirtiéndose en dos.
Entré a la joyería y pregunté por el, me dijeron el precio y afortunadamente entraba en mi presupuesto, al momento le grababan iniciales o lo que quisieras que llevara y además venia con todo y cadenas. Solo pagué un extra por otra cadena, así la de Jung sería un poco más larga y más gruesa. El que sería mi dije tenia una 'J' grabada y el de Jung una '__'
Pagué con mi tarjeta de debito, seguramente mi padre me preguntaría en que habia utilizado mi dinero, pero eso no importaba ahora.
La mujer que me atendia guardó la cadena de Jung en una pequeña caja blanca con plateado.
Ya en el auto tomé mi cadena y la colgué sobre mi cuello pero la escondi debajo de mi blusa.
Partí hacia la casa, el auto de Jung estaba en el porche, así que obviamente estaba en la casa, tomé la caja y mi bolsa.

No se escuchaba ningun ruido, seguramente estaba arriba. De todos modos lo busqué en la sala, pero no estaba, estaba por subir cuando escuché un fuerte ruido en la cocina como si algo se hubiera caido.
- ¿Jung?- pregunté mientras caminaba hacia la cocina, pero antes de llegar a esta Jung salió rápidamente.
- ¡Ey!- dijo algo ¿Nervioso? mientras se pasaba la mano rápidamente por el cabello.
- ¿Estás bien?- le pregunté aunque claramente no estaba bien su nerviosismo se notaba a kilómetros.
-S...si ¿Y tú?- no pude evitar soltar una carcajada.
-Jungg enserio estas...- no pude terminar de decir la oración, cuando logré ver a Milagros, saliendo de la cocina. La sonrisa de mi rostro desapareció rapidamente al notar el intenso color rojo de los labios de la tipa, y no presisamente era de lapiz labial.
-Hasta luego lindo- se dirijo a Jung y besó su mejilla, contuve mis ganas de arrancarle las extenciones de cabello y sostuve mi aniquilante mirada sobre Jung.
-__ no es lo que estas pensando- comenzó a hablar aceleradamente, solo esperé a que la "ex novia" de Jung saliera de la casa.
-No me expliques nada- cerré mis ojos fuertemente para tratar de controlar mi enojo -Todo es más que obvio- lancé fuertemente la pequeña caja hacia su pecho