Not Love

-¡¿Pero por qué?!- pregunta ofendidos el gato
-Por que eres un engreído. No me gustan ese tipo de personas- responde molesta la catarina, evitando a toda costa voltear a ver a ese... loco.
-¡Pero te traje una rosa y te he recitado el mejor poema del mundo!- sigue reclamando el rubio
-Aun así, no me agradas- dice finalizando la conversación. La catarina se da la vuelta y de un salto, se va.

No es justo... Si estuviera en su forma común ni lo voltearía a ver. ¿Quién se fijaría en un bibliotecario? ¿No era acaso más atractivo siendo misterioso y seductor que un ratón de biblioteca?

Pero no lo sabría, pues no se podía mostrar ante ella sin ese disfraz. Porque, aunque él fuera el gato, sigue siendo más grande ella. Más misteriosa. Más bella. Él no puede presentarse frente a la catarina. Necesita de esos ojos verdes para lograr ser quien es ahora. No importa quién es él, importa ella y solo ella.

Es conocido que los gatos persiguen aquello que se mueva; si son insectos, llegan a comérselos. Y este gato ansía tener en sus labios ese pequeño ser rojo... por el que acaba de ser rechazado.