Había llegado la hora, irme de este lugar era lo mas difícil que había hecho nunca, no podía ni creerlo, ¿cómo podía ser la vida tan cruel? Como llega la muerte de forma tan inesperada y se lleva a las mejores personas.
1 día antes
Siento el teléfono sonar, estaba en mi cuarto sola, mi madre se había ido a comprar. Tengo 17 años recién cumplidos. Tengo el pelo largo y marrón, tengo la piel clara pero no soy blanca, ojos verdes claros y pestañas largas iguales a las de mi madre, soy de estatura media o eso creo yo, otros dicen que soy alta, básicamente mido 1,70m. Oigo la canción de Kanye West 'Stronger' sonar en mi movil, estiro mi brazo y lo alcanzo.
-Diga? -contesto la llamada-
-Señorita York?-oigo una voz masculina
-La misma, y usted es...-dije esperando a que ese hombre terminara mi frase con su nombre.
-soy de la policía, necesitamos que se presente de inmediato en el hospital, 'Eden Medical Center' -era el hospital que más cerca quedaba de mi casa.
-Claro, estaré ahí en unos minutos.-dije con la voz un poco quebrada, nunca me habían llamado para ir al hospital.
Rápidamente cojí las llaves del coche y salí de mi casa.
Me subí en mi coche, que me había regalado mi madre con el dinero que sus padres, es decir mis abuelos, los cuales no conocía le daban de vez en cuando para ayudarla a sacarme adelante.
En 20 minutos estaba en la puerta del hospital y un hombre me esperaba por fuera, los supe porque se acercó a mi.
-Señorita York. -Tenía la misma voz que el hombre con el que había hablado un poco antes por teléfono.
-Si, ¿qué ha pasado? - pregunté con preocupación.
-Habló conmigo hace una media hora por telefono... -me dijo mientras entrabamos al hospital.
-Ya noté que era usted por la voz, ahora dígame que ha pasado. -estaba preocupada.
-Verá, señorita, su madre he tenido un grave accidente. -me dijo con tono de lástima. Dejé de caminar y el hombre hizo lo mismo.
-¿Está bien? -pregunté inmediatamente nerviosa.
-Verá... - me dijo como queriendome explicar algo difícil. -El accidente fue muy grave y los médicos están haciendo todo lo posible para ayudarla pero ha perdido demasiada sangre...
-¿que quiere decir? -dije asustada.
-por favor tranquilícese y espere en la sala de espera yo iré enseguida. -le obedecí y él se alejó.
Dios mío, no lo podía creer. Ví como al policía con el que acababa de hablar se le acercaba un médico y hablaban, estuvieron así unos 5 minutos, yo intentaba leer los labios de ambos pero no lo conseguí, el policía me miró y después volvió a mirar al médico. Cuando terminaron de hablar cada uno se fue por su camino y al cabo de otros 5 minutos veo al policía acercarse a mi con un chocolate de máquina en la mano. Se sentó a mi lado y me extendió el chocolate, le agredecí y el suspiró.
-Señorita York, tengo algo que comunicarle. -me dijo serio. -verá... los médicos han hecho todo lo que han podido, pero era demasiado tarde.
-¿qué quiere decir? -no quería entenderlo.
-no han podido salvarla... -dijo apenado.
-quiere decir que mi madre... -no quería terminar esa frase.
-su madre a fallecido, no sabe cuanto lo siento.
Me quedé pálida, no lo podía creer. El hombre me rodeó con el brazo. Yo temblaba muchísimo, lo notaba por el chocolate caliente que tenía en las manos.
-Su madre le dió la custodia a su amiga Amy y a su marido James. Harás las maletas y mañana iras a vivir con esa familia. -Me quedé en silencio. -¿Escuchó lo que le dije señorita? - me dijo en voz baja. -yo solo asentí. -llamaré a un taxi para que la venga a buscar y a una grúa para que lleve su coche a su casa.
Esperé a que llegara el taxi para llevarme a casa mientras me bebía poco a poco el chocolate que me había traido el policía antes de enterarme que mi madre estaba muerta. No podía dejar de pensar.
Mi madre me tuvo con 16 años y su familia no la apoyaba. No querían saber nada de mi, y mi padre tampoco, él era un hijo de puta, dejó a mi madre embarazada y después la dejó sola. Aunque mi madre me tuviera jovencita, es... digo... 'fue' la mejor madre del mundo, me quiería más que a su vida, me reía con ella como si fuera una amiga, cuando no podía dormir le mandaba un mensaje al movil diciendo que iba hacia su dormitorio, ella me hacía un hueco y dormíamos juntas, lo gracioso es que ella hacía lo mismo. Me sonaba el móvil y era un mensaje de mi madre diciendo que venía a mi habitación y minutos después la tenía durmiendo conmigo. Siempre quiso lo mejor para mi y yo se lo agradecía cada día ayudándola con todo lo posible, gracias a ella soy la mujer que soy ahora, luchadora y apasionada.
Y ahora ya no estaba. Me había quedado sola, o al menos así me sentía. sin familiares ya que nunca les había hablado y no sabía quienes eran. Al menos tenía amigas, hace poco sufrí 'bullying' pero eso ya es el pasado, conseguí olvidarlo pero no lo que me hizo sentir. Ahora tenía un grupo de amigas estupendas.
El policía me informó de que el taxi ya estaba fuera y salí, tiré el vaso del chocolate ya vacío en la basura y me subí al taxi. No era consciente de lo que acababa de pasar, todo había ocurrido demasiado rápido y fue demasiado inesperado.
Cuando llegué a casa subí a mi habitación y me senté en mi cama, en esa en la que pasaba tantas noches junto a mi madre, entonces empece a pensar y fue cuando realmente me dí cuenta de que mi madre no iba a volver. No iba a entrar por la puerta y gritar, ¡ya estoy aquí cariño! No subiría a mi cuarto y me preguntaría que tal el día o que quería para cenar. No volvería a pedir comida china y comerla junto a ella mientras veíamos una comedia romántica. Nada iba a ser igual, mi madre era la persona que yo más quería en el mundo y no me imagino la vida sin ella, nunca podré compartir con ella mis cosas, nunca mas. Tantos pensamientos recorrían mi mente, fue entonces cuando me eche a llorar con todas mis fuerzas, corrí hacia el cuarto de mi madre, me tiré en su cama y seguí llorando.