Cuando Aprendas a Amar

|Capitulo 01|

Tallé mis ojos mientras me dirigía al cuarto de baño para tomar una ducha matinal. Tras hacerlo, me vestí y apliqué algo de rimel junto con "eyeliner" y me rocié con un poco de mi perfume favorito.

Bajé las escaleras con lentitud y me encontré con una no muy agradable sorpresa.

Mamá.

—¿En qué irás al instituto? —Cuestionó mientras leía el periódico.

—¿Realmente te importa? —Bufé—. Alán me llevará en el vehículo negro.

—Está bien —Musitó sin alejar la mirada de su aburrida lectura—. Adiós.

—Adiós.

Me retiré de casa y corrí donde se encontraba Alán. Él abrió la puerta trasera, dándome acceso al automóvil. Subí a éste y observé por la ventana como el viento que corría movía la naturaleza.

— ¿En serio no vas a decir nada en todo el camino a la escuela?— dijo

— Oh lo siento, Hola

— Alessia dime que pasa — Murmuró en un tono serio — Somos mejores amigos ¿no?

— Lo somos.

— ¿Entonces? Solo dime lo que te pasa.

— Ayer terminé con Andrew.

— ¿En serio? llevas 3 semanas con el, lo más lejos que has llegado con alguien, creí que tu relación era estable.

— Jamás eh tenido una relación estable y sinceramente me da igual, el no me importa ya.

— Algún día aprenderás a amar mi querida amiga. — dijo en un tono burlón

— No lo creo, osito — exclame imitando la voz de Cath, su novia —

— Ay niña, eres tan ingenua.

— Pero no soy tan ridícula como ustedes — repliqué en voz alta mientras bajaba del auto.

Al llegar a mi lugar de estudios, bajé corriendo del vehículo, ya que rápidamente logré visualizar a Ana, mi mejor amiga.

—¡Ana!— le llamé con un grito

 Ana Sonrió y se acercó a mí para plantar un tierno beso en la mejilla como saludo entre amigas.

—¿Entremos juntas? —Cuestioné con una sonrisa.

—Cla..

No habló. Parecía que toda ella había quedado petrificada como una roca.

Observé a mi alrededor y muchos más estaban igual que ella.

—¿Hola? —Sacudí mi mano frente al rostro de Ana

—Fuera de mi camino —Habló una fría voz a mis espaldas.

Presioné mis dientes de arriba con los de abajo, formando un sonido no agradable.

Volteé.

—Hay mucho más espacio para caminar y entrar al instituto. Ciego —Musité furiosa.

—No quieres problemas conmigo, ¿verdad muñequita?

—¿Quién diablos te crees tú para decirme qué hacer? —Pregunté acercando mi rostro al suyo. Logré sentir su fría respiración.

—Hija de..

—De perra —Sonreí—. Lo sé, sí, mi madre es una perra —Frunció el ceño y apretó sus dientes—. Oh, vaya. El "chico malo" está enfadado —Reí en su cara.

Alessia vámonos ya— Murmuró Ana jalándome de la blusa

—No. Este chico necesita que alguien le enseñe un buen comportamiento.

—¿Quieres sufrir? —Cuestionó él formando su mano en un puño.

—¿Me golpearás? —Reí irónica—. Por favor, que tan poco hombre eres, me das pena.

—¡Alessia!—Oí que alguien mencionaba mi nombre y un brazo masculino rodeaba mis hombros—. Vamos ya pequeña —Sonrió alejándome del chico ondeado—. ¡¿Pero qué diablos crees que haces?!Elevó la voz cuando ya estábamos lo bastante lejos para que nos oyera alguien.

—Deberías dejar de adentrarte en asuntos que no son de tu incumbencia —Bufé.

— Crees que así se arreglan los problemas?— Además mi deber es protegerte soy tu hermano...

—Hermanastro —Corregí rápidamente.

La campana sonó.

—Debo ir a clase. Adiós Mark

—Adiós.

Quité algunos libros de mi casillero y me dirigí al aula número diez, me senté al lado de Ana.

—Gracias por ser la mejor amiga del mundo y dejarme sola con aquel chico —Bufó bajando el libro que leía.

— Lo siento.

— Esta bien, pero solo no vuelvas a meterte en problemas.

— No te lo prometo — dije riendo

— Eres una idiota, pero así te quiero —decía mientras sonreía

En ese momento, se apreciaba el sonido casi prenetante de unos tacones, y en efecto, era la señorita Hansen.

— Buenos días— exclamo a toda la clase

— Buenos días.

— Hoy tenemos un nuevo compañero en la clase...

— ¿Un nuevo compañero a medio curso? — me pregunté

— Por favor saluden a Allen... Allen Hale.