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—...emm, ¿Ashton?

—¿Sí? —se gira de nuevo para mirarme—.

—¿Quieres pasar? —susurro debatiéndome interiormente con la vergüenza—.

—No quisiera molestar.

—Oh, vamos, tú nunca molestas —le digo con cierto tono musical en mi voz, qué ridícula soy—.

—De acuerdo —le hago pasar y veo como observa todo sin perder detalle—.

—¿Té, café, chocolate o cerveza? —le pregunto dejando la flor sobre la barra de cocina y dirigiéndome al refrigerador—.

—Café solo, por favor —me contesta agarrando el clavel y colocándolo con el resto, arreglándolos de forma que se ven más bonitos—.

Se sienta en una silla frente a mí mientras esperamos a que el café termine de hacerse.

roses [a.i.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora