COMPAÑEROS DE PISO

CAPÍTULO I

Narra Kim.

Hoy era el gran día. Sí, el día en que por fin me iba a poder independizar un poco más y alejarme de esta casa llena de problemas. 

Bueno, les platicaré un poco de mí. 
Soy Kim Peazer. Tengo 16 años. Originaria de Toronto, Canadá. Me encanta leer, es como mi escape a todo.  Físicamente soy castaña, ojos color miel, mido aprox. 1.65 (soy un hobbit, lo sé) y delgada pero con un buen cuerpo no lo puedo negar.
Detesto hacer ejercicio pero gracias a mi complexión no me hace falta hacerlo y bueno, me encanta la pizza y la comida chatarra. Intento dejarla, pero... es tan rica.

Mi familia... Yo diría que son un desastre. Mis padres se pelean cada que se miran, tengo 2 hermanos mayores y una hermana menor. Los mayores: Dan y Joe ya tienen esposa e hijos, así que ya no viven en casa conmigo y los veo cada fin de semana, aunque a partir de hoy ya no los veré dentro de mucho tiempo. La menor: Nataly, va en secundaria y es un desastre. Tiene un promedio horrible de 5 y su conducta es pésima.

En fin, volvamos a mí. Yo desde pequeña he tenido muy buenas calificaciones y he sido como una hija ejemplar. Desde que tengo 7 u 8 años he ahorrado dinero para mi universidad (un poco grande gané dinero trabajando, claro) ya que a diferencia de mi familia a mí si me interesa terminar mis estudios y tener un buen futuro. Esto dependía de dos cosas: de lo que mencioné antes y de querer alejarme de mi familia; los quiero mucho a todos, pero en casa había muchas peleas y en realidad eso no parecía un hogar aparte de que para mí es como estar en un infierno. 
Mi sueño es estudiar en Australia y lo logré, estudiaré allá mi preparatoria y si mis padres lo autorizan me quedaré allí para cursar mi universidad. 

04:15 A.M.

"Kim, despierta. 5 minutos más y perderás tu vuelo."- Escuché que mi madre me hablaba mientras prendía las luces de mi recámara.

En realidad, dormí tan sólo 2 horas por la emoción de saber que dentro de poco estaría en Australia cumpliendo mi sueño. Me desperté con una energía extraordinaria que nunca había tenido. Me di una ducha rápida, ya que mi vuelo salía a las 6 a.m. pero a mí siempre me ha gustado llegar tempano cuando tengo que viajar en avión. 
Me vestí con lo primero que vi en mi maleta, ya que no había preparado nada la noche anterior, me hice una coleta alta, me puse un poco de perfume favorito con olor a fresa, base de maquillaje para tapar mis horribles ojeras, rimel y un poco de brillo en los labios.
Me despedí de mis padres, mi madre estaba llorando a mares porque dijo que era su orgullo y no quería que me fuera; mi padre sólo me dijo que si necesitaba algo que no dudara en llamarlo. Él siempre estuvo conmigo a pesar de sus diferencias entre él y mi madre. Y a mi hermana prácticamente le dio igual y se quedó en la recámara durmiendo, estaba feliz por que iba a tener el cuarto para ella sola.
Llegó el taxi que pedí y llegué al aeropuerto en unos minutos ya que vivía cerca de éste. Durante el recorrido estuve pensando ¿ésto es real?, ¿y si es un sueño?, ¿cómo será todo allá?, ¿y si resulta todo mal? entre muchas cosas más.
Bajé del auto y me dirigí hacia una pequeña cafetería que había cerca a tomar un café para despertar un poco más. Faltaban 30 minutos para que saliera el avión y decidí ir a la sala de espera.

"Vuelo 407 con destino a Australia, favor de pasar a la puerta 6."

"Adiós Canadá, hola Australia."-Susurré en voz baja mientras el avión despegaba.

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Hola chicas. 
De nuevo yo, pero con una nueva historia. De las que estuvieron desde el principio en "¿Enamorada del Nerd?" ¿se acuerdan que existía una trama llamada "Compañeros de cuarto"? Pues decidí hacerla mejor, cambiéel título por lo que vieron pero es prácticamente lo mismo que tenía en mente antes. Y con Michael Clifford.
Por cierto, si alguien me puede ayudar a hacer una buena portada para novela me ayudaría mucho, en serio. La que puse ahora está toda fea, necesito su ayuda.
Espero les guste y bueno, ya estaré activa súper seguido. Lo prometo.
Comenten y voten si les gustó el prólogo y este primer capítulo.

Las quiero mucho.