Capítulo 66.

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Pensar en todos los comentarios de tu tía: "ÉL SOLO QUERRÁ LLEVARTE A LA CAMA, QUEDARÁS EMBARAZADA Y TE DEJARÁ" 

Miraste hacia otra dirección, dejando así de besar a Harry.

Tu: es tarde... -Dijiste al quitarte de ahí.
Harry: lo siento, se me olvida que mañana trabajas...
Tu: Sí... -Dijiste al acostarte de un lado y dándole la espalda.
Harry: ¿Todo está bien?
Tu: Si amor, buenas noches.
Harry: -Se acercó a ti- ¿Segura?
Tu: -Volteaste a verlo y fingiste una sonrisa- Sí...
Harry: -Te sonrió y te dio un beso- buenas noches.

No le respondiste, solo te hundiste en tu almohada mientras escuchabas a Harry apagar el interruptor de luz. Se acostó a tu lado, y se tapó con la cobija.
Al día siguiente, desayunabas algo de cereal, Harry te veía, ya que tenías la mirada hundida en el cereal, sin decir nada ni mostrar alguna emoción.

Harry: ¿Estás bien? –Dijo al colocar la mano sobre la tuya.
Tu: -Lo miraste- sí... -Mentiste y sonreíste gélidamente.
Harry: -Miraba tus ojos- has estado muy callada... y sueles hablarme siempre de todo. Pero si tú dices que estás bien, te creeré.
Tu: -Suspiraste- Te quiero... y mucho. ¿Sabes?

Él te sonrió, y te dijo que él también te quería. Realmente no querías mentirles a más personas, pero no querías que Harry te juzgara respecto a que creías que la hipótesis de tu tía pudiera ser cierta. Estabas cansada de pensar en eso, pero sabías que si no lo hablabas de nuevo con él no podrías dormir bien.
Te dejó en el café con Lyla y Wender, y dejó el lugar minutos más tarde. Solo recordabas todo lo que estaba pasando por simples comentarios, y tenías mucho miedo de lo que pudiera venir.
Harry te mandó un mensaje de texto a tu celular, diciéndote algo que te hizo sonreír unos segundos:

"Amor, Sé que no estás bien, y quiero que sepas que te apoyo y trato de comprenderte. Eres mi persona favorita en el mundo, ¿crees que te dejaré con ese humor todo el día? Te tengo una sorpresa cuando salgamos. Recuerda que tienes más que un novio; un amigo para contarle todo. Hxx. "

Para describirlo podías decir que su primer adjetivo sería "Perfecto" y el único que encontrabas. Cuando llegó la hora de salir, Lyla te esperaba junto a Wender para que Harry llegara por ti.
Al llegar, él bajó y tú caminaste hacia él mientras te despedías de Lyla y Wender.
Harry llevaba la mano en la espalda y otra en su costado. Te dio un beso y entre ambos sacó una rosa muy roja.

Tu: ¿para mí? –Sonreíste halagada.
Harry: ¿Hay otra mujer a la cual podría comprarle rosas? –Sonrió.
Tu: No sé, tú dime... -Desafiaste, aunque estabas bromeando más que nada.

Él rio y pareció haberse ofendido un poco con tu argumento, pero lo resolvió besándote.

Harry: ¿Cómo estás? –Dijo al ver que tomabas la rosa.
Tu: -Oliste la rosa- Mejor, -Sonreíste- ¿Tú cómo estás?
Harry: Listo para llevarte conmigo.
Tu: -Sentiste como te abrazaba los hombros al caminar al automóvil- ¿Ah dónde iremos o qué haremos?
Harry: Fui de compras antes de venir por ti, -Sonrió y te abrió la puerta- y compré algo para hacernos de cenar, ¿te parece?
Tu: Sí. –Dijiste al entrar al carro.

Realmente no te acordabas de lo que por mucho te atormentó. Al llegar a casa de Harry, él comenzó a preparar una rica ensalada junto a otras cosas. No era que él supiera cocinar, pero cuando estaba solo y aburrido intentaba hacerlo. Al terminar ambos de cenar, se encontraban viendo la televisión juntos, él comía algunos caramelos mientras tú te quedabas dormida en su hombro. Sentías que resbalabas y subiste más a su hombro, tu nariz quedaba a un lado de su cuello y podías oler perfectamente su delicioso perfume. Eso te hizo despertarte, y abrir los ojos para ver si estabas oliéndolo a él.

Harry: -Volteó a verte- No me había dado cuenta de que te habías dormido.
Tu: -Sonreíste- me iré a la cama...
Harry: Te acompaño. –Dijo al besarte.
Tu: -Sonreíste- bien...

Ambos se quedaron mirándose, más ninguno se movió.

Tu: -reíste- ¿y bien?
Harry: ¿Qué?
Tu: ¿No nos iremos?

Él no respondió solo se quedó mirando tus ojos. Le sonreíste apenas con tus ojos abiertos del sueño que tenías. Te estiraste y enderezaste en el sofá más no te levantaste. Harry se inclinó hacia a ti y se recargó en tu hombro. Tanta pereza hacía que ninguno de los dos quisiera levantarse. Recargaste tu cabeza sobre la de él y se quedaron mirando la televisión unos minutos más.
Él te miró, tu cuello estaba a centímetros de sus labios. No dudó en hacerlo, él deseaba tanto tu cuello como no te imaginabas. Sentir sus labios tibios y húmedos en tu cuello te hizo estremecer, como si una onda de energía corriera por todo tu cuerpo. Él notó que te había agradado semejante contacto, así que delicadamente fue subiendo a sus labios.
Lo único que pasaba por tu mente era la magnífica forma de controlarte con sus besos, podrías haberte quedado inmóvil mientras él recorría cada centímetro de ti con esos rosados y bien humectados labios.
Si no te controlabas o ponías un alto, las cosas se irían a lo cual tu tía había metido discordia. Cuando Harry encontró tus labios, los besos fueron más pasionales como nunca. Tal vez pudo haber sido que tomaste la decisión incorrecta de vivir con Harry. Ambos se deseaban bastante como para no poder rendirse en aquellos brazos que los unían.
Lo detuviste y esbozaste una sonrisa. Al verlo a los ojos pudiste descifrar que él sólo quería perder la noche besándote con control, pero no podías controlarte por ti misma. Ambos se dirigieron a dormir, en especial tú morías por hacerlo y olvidar todo eso que pudiste haber hecho el día de hoy.
Al día siguiente, Harry notó que tu humor era más accesible y más alegre. Rieron en el camino al café lo bastante como para saber que ese día sería uno de los más alegres entre ambos.
Solías leer mucho las revistas americanas para ejercer mejor tu inglés, pero nada mejor que una revista británica con palabras que ellos usualmente utilizan en su vocabulario y necesario de aprender.
Llevabas casi la semana viviendo con Harry y habías logrado establecer tu límite respecto a todas las caricias y arrumacos que podían tener en un día.
Llegó el sabroso viernes que ambos esperaban con ansias. Era tu último día para trabajar ya que se acercaba la semana de navidad. Harry se encontraba en el café, ayudando a Lyla y a ti a ponerle unas esferas de navidad al pequeño árbol del lugar.

Harry:...


Let's Pretend It's Love | h.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora