Capítulo 87.

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  Miraste el reflejo y viste a Harry. Quien veía el reflejo de ambos.

Harry: ¡Te peinaste! –Dijo en broma, y con una sonrisa.
Tu: Gracioso... -Dijiste al dar la vuelta en sus brazos y ponerte frente a frente.
Harry: Tenemos una cena con mi mamá... ¿Aceptas ir?
Tu: Claro... ¿Ah qué se debe la cena? –Decías al pasar tus manos por su pecho, encontrándolas detrás, en su nuca.
Harry: A que mañana volamos temprano a Malibú, y quiere despedirse de nosotros... oh algo así.
Tu: Amor, nunca me preguntes si acepto ir. Tu mamá me cae muy bien, no hay necesidad... es un placer. –Sonreíste.
Harry: ¿Enserio?
Tu: Enserio... -Dijiste al besarlo.
Harry: El concierto termina temprano... alcanzamos a llegar a casa para ducharnos.
Tu: Perfecto...

Besó tu mejilla, y luego se fue acercando a tus labios. Dónde antes de besarte, sintió esa sonrisa esbozándose ante tus labios.
Él hubiese seguido besándote, si el concierto no comenzara en solo una hora más. Se pusieron en marcha. Peinados, ropa, todo. Tú tenías que ir yéndote al lugar de dónde presenciarías el concierto.
Gritaste, cantaste y bailaste. Ellos daban los mejores conciertos, y no necesitabas ser novia de uno o ser fan para saberlo.
Al tiempo que terminó, tomaron camino a casa de Harry, dónde ambos se arreglaban para la cena con Anne. La cena no era formal, así que buscaste tu mejor ropa. Tomaste unos jeans que se ajustaban a tus piernas de color azul cobalto. Una blusa de tirantes color crema, y un suéter tejido con botones color beige, Un contraste entre colores fuertes y pasteles. Tenías unos mocasines color del suéter tejido y de accesorios sólo llevarías el brazalete que te dio Harry junto a un tierno collar de un pájaro como los tatuajes de Harry. No solías arreglar tu cabello, pero sólo le hiciste unos toques para no parecer despeinada todo el tiempo. Y bueno, ¿Maquillaje? A Harry le gustaba verte con poco maquillaje, así que sólo algo en los ojos, para disimularlos y que se enfocaran en ellos y no en los demás defectos faciales.
Harry iba vestido perfectamente bien, como siempre. Una camiseta básica color negro, sus jeans corta circulación y sus típicos zapatos de Oxford. Llevaba sus collares de siempre y un hermoso reloj en su mano derecha.
Al instante recibiste un mensaje de texto de tu madre.

"¿Cómo has estado? No hemos hablado desde hace días, ¿Todo va bien?"

Definitivamente todo esto te estaba haciendo olvidar a tu familia... sólo estabas pensando en Harry, te estabas cerrando un poco. Pero no podías permitir más tiempo de distancia, tomaste el teléfono y llamaste a tu mamá. Ella estaba bien, tú también... pero tu estudio era el cual le preocupaba. Ella te dejó viajar, ella te dejó casi irte a vivir con Harry. Pero no quería que dejaras todo por un amor, estaba más que segura que tú querías estudiar la universidad, más no sabía si todavía querías aquello. Te hizo pensar: "¿Estoy segura de que quiero estudiar? ¿Segurísima de que no pienso regresar a casa? ¿Cien por ciento indudable respecto a no regresar en un tiempo más? ¿Será eterna la estancia con Harry?".
Pudiste dejar de pensar eso, en cuanto Harry estuvo listo para tomar camino a casa de Anne. Antes de subir al auto, Harry se detuvo, y te miró sobre el techo del automóvil.

Tu: ¿Qué pasa? –Decías intentando no ruborizarte.
Harry: No sé... -Se encogió en hombros- ¿Te hiciste algo en especial?
Tu: No, ¿Por qué?
Harry: Te ves... luces... ¡Wow! –Articuló.

Ruborizaste. Y él sólo sonrió. Rodeó el auto, te besó y abrió la puerta.
Harry tenía cierta atracción a los besos desprevenidos, a esos que no sabes si te va a besar, abrazar o tal vez a acomodar algún mechón de cabello.
Subiste al automóvil y tomaron camino. Miraste el reloj, y llevaban más de veinte minutos de retraso a la hora acordada. No creías que fuese tu culpa, ni de Harry... simplemente no midieron el tiempo.
Al llegar, Gemma también estaba llegando, junto a su novio que su nombre era como el amigo de Harry, Liam. Era un chico atractivo, y alto. Al verlos, ambos sonrieron y saludaron. Anne se encontraba acomodando el comedor. Percibías un rico olor en el aire, tal vez era carne o algo derivado. Olía delicioso definitivamente. Anne, al verte sonrió de oreja a oreja. Al menos alguien aparte de Harry se alegraba al verte. Sentías realmente muy bien que le importaras tanto a Anne que decidiera hacer una cena donde te ha invitado como principal. Harry abrazó a Anne, y ella casi llora al verlo. Sus ojos se humedecieron un poco, pero no dejaba de sonreír.

Anne: Harry, amor... ¿Podrías ir a comprarme una bolsa de azúcar? La he olvidado por completo...
Harry: Claro. –Respondió con disposición- ¿Nomás azúcar?
Anne: Sí, es que les haré unos pequeños roles glaseados, y me falta ese pequeño ingrediente.
Harry: Ahora vuelvo... -Te miró- no tardo.

Asentiste. No tenía por qué pedirte permiso.

Anne: ¿Quieres ayudarme a terminar los pastelillos? –Sonrió- mientras llega Harry, si quieres.
Tu: ¡Claro! –Respondiste con una sonrisa.

Te guio a la cocina, y notaste que todavía no los metía al horno. Había hecho más o menos dos charolas con doce pastelillos dentro.
Te explicó lo que faltaba por hacer, unos toquecillos de la poca azúcar que tenía en casa y te enseñó como bañar a los pastelillos con tal delicia.

Anne: ¿Cómo está tu familia? –Preguntó para romper el silencio.
Tu: Bien... todos están bien. –Sonreíste- ellos le mandan muchos saludos. Y sobre todo le dan las gracias, le he contado lo que ha hecho por mí, y lo que Harry... ellos no tienen palabras para agradecer...
Anne: No hay que agradecer, y menos cuando tú eres quien está manteniendo en el suelo a Harry... más que eso... no puedo agradecerte. –Sonrió.

Era como si te estuviese diciendo "Eres la mejor novia que ha tenido mi hijo" oh así lo estabas tomando. Sonreíste, y seguiste ayudándola. La plática se tornó, dio un cambio de dirección. "TUS ESTUDIOS". ¿Qué le ibas a decir? ¿Qué estoy indecisa entre quedarte e irte? ¿Qué su hijo es el dominio de que tú quieras dejar el estudio por quedarte con él?
Tu silencio le dijo muchas cosas. Por lo cual, la hizo departir.

Anne: Eres Joven, son jóvenes... creo que deberían tomar unos riesgos. ¿Harry sabe que quieres terminar tus estudios?

Sentiste que leyó tu mente. La incomodidad no se iba...  


Let's Pretend It's Love | h.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora