Mi madre, enfermera de la Posta Central de Santiago, hipertensa, diabética y con muy mala suerte, le tocó trabajar para el gran dia de Navidad, es la peor parte de ser enfermera o trabajar en el area de la salud, que tengas que trabajar para dias festivos cuando lo unico que deseas es pasarlos con tu familia o amigos, como le toco trabajar ese dia, mi padre decidió que el y yo nos iriamos el mismo 24 de Diciembre al sur, a pasar la Navidad con su familia, a un pueblito que casi nadie conoce que queda mas o menos a seis horas de la gran capital, ahí vive toda la familia de mi padre, mis abuelos, mis tios y mis primas, la verdad es que mi papa es genial, es el mejor padre del mundo y no me gusta decepcionarlo, si hay algo de lo que el es totalmente orgulloso es de su familia, de sus padres, su hermanita y sus sobrinas que demuestran ser angeles caidos del mismo cielo cuando son una mierda de personas, al igual que su hermana, sinicas, lo unico que quieren es aprovecharse de mi padre y el es tan ingenuo que no se da cuenta, eso es lo que mas me da rabia, que su propia hermana quiera meterle el dedo en la boca el doble de lo que lo hacen las grandes tiendas y bancos a los que mi papa esta afiliado.
23 DE DICIEMBRE DEL 2015.
Tengo mil cosas que hacer y tengo solo un día, tendremos que priorizar y trabajar sin descansar, uf, pensarlo así ya me da flojera... pero hay que hacerlo, mis padres se fueron a trabajar y mi mejor amigo, compañero, novio, llegó a mi casa, tuve que dejarlo pasar ya que no todos los días la persona mas importante de tu vida hace una gran travesía para poder verte, me ayudó a hacer mi maleta, a ordenar mi cuarto, mágicamente lo logramos... salimos a almorzar sushi, aunque el no es un gran fanático sabe que yo sí, esa es una de las razones por la cual lo amo tanto, es el mejor hombre existente en el mundo, es simplemente perfecto. Y bueno volviendo a lo que nos convoca, el día pasó extremadamente rapido, el tiempo se nos convirtió en enemigo, pero logramos hacer la gran mayoria de las cosas, al menos hice la maleta con calma y revisé todo lo que llevaba, me tengo que ver bien para seguir mi tradicion, para el 24 llevo unos pantalones push up, para que mi trasero se viera mucho mejor de lo que se ve normalmente, una polera muy linda que me trajeron de Orlando, es rosada, apretada hasta la cintura y ya mas suelta para abajo hasta las caderas, es mi tipo de polera perfecta ya que podriamos decir que yo no soy gorda, si no que solo tengo el rollo que la gran mayoria de las mujeres tienen, que es el que va llegando justo arriba de la pubis, esa polera es completamente perfecta si te molesta tener ese ultimo rollito en el abdomen, y bueno, para los pies llevaba unos zapatos de taco con terraplén que no son ni muy abiertos ni muy cerrados, son perfectos para este tipo de clima. Ya al terminar todo justo a tiempo revisé las cosas que llevo a mano, de repente suena mi celular, era mi papá.
-Hija estas lista? voy llegando en cinco minutos, anda saliendo.- dijo emocionado por volver a ver a su amada familia, en cuanto a mi, yo estaba muy nerviosa, y al parecer Travis, mi novio, se percató de ello, me tomo de la mano con fuerza.
-Tranquila Steph, nada va a pasar, nunca pasa nada-dice poco convincentemente por que sabe que no es cierto.
-Travis, no me estas ayudan...- él si que sabe como hacerme callar y a la vez tranquilizarme en un dos por tres- do.- terminé la oración mirándolo a los ojos después de ese largo beso que nos dimos
-Tranquila, de verdad que nada va a pasar con tus primas ni nada de eso, y sabes que cualquier cosa estaré allí y que puedes contar conmigo para lo que sea
-como siempre amor, muchas gracias por subirme el animo, no sabes cuanto mejoró todo.
Entre todo esto ya habian pasado los cinco minutos, y mi padre como es tan puntual apareció en el preciso momento, Travis, como era de esperarse fué a buscar mis bolsos para cargar el auto mientras mi padre despues de darme un beso en la frente fué a buscar los papeles del auto, Travis terminó de cargar el auto me miró y me dió un abrazo apretadísimo, al ser el Quarterback del equipo de la escuela es muy fuerte, mi padre volvio, me despedí de mi novio mirandolo a los ojos traspasandole mis nervios mientras el iba traspasándome su calma a través de su penetradora mirada, le di el ultimo beso y me subí al Jeep particularmente verde moco de mis padres.
-como ha estado tu dia papa?- fue lo primero que se me ocurrió preguntar.
-normal, como todos los otros, claro sin tomar en cuenta las ansias que siento dentro de mi, estas ansiosa ? -al terminar de formular la pregunta quedé en blanco por un par de segundos, no supe qué responder y al final opté por la mentira.
-eeh... Sí¡ muy ansiosa- dije sorprendiendome por como habia salido eso de mi boca, por que la verdad es que no supe si fue por que no me gusta ir y se me estaban subiendo los humos a la cabeza o estoy loca o no sé, pero tenia un mal presentimiento de que algo malo pasaria, muy malo, y eso me tenia los nervios de punta
-Bueno, vámonos¡¡ tenemos que pasar a despedirnos de tu madre al trabajo todavia.
-ok, no me gustaria irme sin si quiera despedirme bien, la voy a extrañar montones.- dije algo triste al saber que no podria pasar Navidad con ella, a la media hora llegamos al trabajo de mi madre, subimos al tercer piso donde queda su sector