➴ 𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚; 𝟑𝟏 𝐝𝐞 𝐎𝐜𝐭𝐮𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝟐𝟎𝟐𝟏.
—Napoleón, tú decides. ¿Pizza o sushi?
Al escuchar su nombre, el british shorthair abrió los ojos. No comprendía el significado de las palabras de su dueña, pero era consciente de que hablaba de comida. Como respuesta, soltó un maullido.
—Amelie disfrutando de sus padres, Leah en una cita con Mason Mount y yo...hablando con un gato. ¡Genial, Ash!
Rendida, se dejó caer en el sofá, al lado del felino. Si Napoleón tuviese el don del habla, su respuesta sería sushi; pero como la última palabra la tenía Ashley, llamó a la pizzería y encargó para cenar una pizza cuatro quesos.
—¿Te apetece hacer una videollamada con los chicos? —de reojo, contempló como Napoleón había sucumbido al sueño—. Tomaré tu silencio como un sí.
Corriendo, regresó a su habitación y capturó el portátil que descansaba sobre el escritorio. Un viejo HP que había viajado con ella a Estados Unidos y había logrado sobrevivir a la vida universitaria con éxito.
—Si en Londres son las nueve de la noche... —mentalmente, hizo cálculos. La diferencia horaria con Nueva Orleans y Chicago era de seis horas; con Montreal era de cinco.
Se recostó nuevamente en el sofá. Colocó el portátil sobre su regazo y una vez encendido, buscó el icono de Skype. Entró en la aplicación y solicitó una videollamada conjunta con Peter, Asher y James. Desconocía si sus amigos podrían conectarse y aceptar la llamada; pero no perdía nada por intentarlo.
—Por dios, Ash. ¿Has visto qué cara de zombie tienes? ¿Es el disfraz de Halloween o...? —cuando el rostro de Peter apareció al otro lado de la pantalla, sonrió.
—Muy gracioso, Nell. Y buenos días, a ti también.
—Para ti más bien buenas noches —junto a Peter Nell, apareció otra ventana. James acababa de unirse a la videollamada—. ¿Qué hora es ahí?
—Las nueve de la noche. En Chicago son las tres, ¿no?
—Por desgracia, aún me queda mucho día por delante —contestó el estadounidense—. He visto tu mensaje, ¿estás bien?
E ahí el motivo principal por el que había solicitado una videollamada. La conversación que había mantenido esa mañana con Leah había desenterrado los fantasmas del pasado. Por una parte, desahogarse con su amiga y no callarse le había sentado bien; pero por otro lado...
—¿Qué mensaje? ¿De qué habláis?
—¿Asher no se va a conectar?
—Él ya celebró ayer Halloween, como tú. Si no ha muerto de un coma etílico, está durmiendo. Ya le conoces.
Y le conocía. Asher Walsh dejaba de ser persona durante las veinticuatro horas siguientes de salir de fiesta. Contactar con él era un imposible.
—Repito, ¿qué mensaje? —volvió a intervenir el nativo de Montreal.
Primeramente, silencio. Peter y James —también Asher, obviamente—, conocían su historia con Ben de antemano; por lo que se ahorraba muchas explicaciones.
—Leah, una de mis compañeras de piso, resulta que es la mejor amiga de Declan Rice.
—¿De quién? —la pregunta de Pet no la sorprendió. El canadiénse era aficionado del baloncesto y del béisbol; a los únicos jugadores de fútbol que conocía era a David Beckham y a Maradona.
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𝑺𝒕𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆 // Bᴇɴ Cʜɪʟᴡᴇʟʟ
Fanfiction❝From strangers to friends, friends into lovers, and strangers again.❞ • • • • • [REAL LIFE]