Capítulo 40
Un vestido, unos tacones y un velo me esperaban en la habitación del hotel que habíamos escogido para casarnos. Yo había decidido que sería entre libros, libros bonitos e historicos de esos que nadie se atrevía a leer y que a mi me apasionaba coleccionar.
Justin había querido ver el mar mientras nos casábamos y yo había encontrado el mejor hotel para que los dos pudiéramos estar contentos sobre la celebración.
El hotel Urikuna tenía una biblioteca más grande que mi propia casa, la cual estaba situada en medio de una gran cúpula que daba la impresión de estar en un invernadero. De la biblioteca solo habían dejado las paredes recubiertas con libros en estanterías casi transparentes, las cuales dejaban crear una impresión de estar en medio de una biblioteca flotante.
Las flores blancas decoraban toda la instancia y el mar azúl se podía ver a pocos metros de las vitrinas de nos rodeaban, lejos de parecer una jaula de cristal esa instancia ahora se había convertido en mi lugar favorito.
Habían pasado unos largos meses desde la proposición, cosa que había hecho que mi barriga aumentara notablemente pero nada tan desastroso como para no poderme poner un hermoso vestido de novia que arreglara mis penas por mi aspecto.
Había decidido vestir en un tono rosado con algunos detalles de encaje aun que lo más increible de ese vestido era la cola, la cual terminaba con unas flores del mismo tono rosado que me habían cautivado y me habían anulado cualquier posibilidad de tener otro vestido el día de mi boda.
Justin me había dicho que vestiría de negro aún que no tal y como vestía siempre, su traje había sido hecho a medida y seguro que valdría la pena haberse gastado tantísimo dinero en ese traje solo para podérselo sacar al final de la noche.
-Debes terminar de vestirte o no podrás salir a la hora que toca- dijo mi madre ayudándome a poner la dichosa faja que me permitiría abrochar el vestido.
Según la dependienta esta faja no le haría daño a la niña que esperábamos pero Justin no se había quedado tranquilo, ni siquiera notaría que estaba ahí hasta el momento de desvestirme, cuando estará tan ocupado que no podrá enfadarse por nada ni con nadie.
-Odio estar gorda- dije subiéndome el vestido por las piernas, el ligero blanco era terriblemente atrevido.
-Estás embarazada, no gorda- dijo mi madre abrochando la cremallera.
Quedaba poco, quedaba muy poco. Me calcé los tacones, volví a revisar que todo estuviera perfecto y que mi maquillaje siguiera intacto después de soportar los besos de mi madre, todo estaba a la orden.
-Quiero que sepas- dijo mi madre intentando aguantarse las lágrimas- que me alegra que el primer y único hombre que logró romperte el corazón sea el que está entregándote el suyo, reparando todo lo que pudo romper en tu adolescencia. Sé que tú nunca pudiste olvidarlo, leí cada uno de tus libros y podía ver a Justin en todos pero me alegra saber que ya no podrás escribir sobre corazones rotos ya que el tuyo está totalmente en paz.
Las palabras de mi madre llegaron demasiado hondo, en unos minutos me iba a casar con el primer amor de mi vida, ese que me hizo hacer cosas horribles, el que me rompió el corazón por primera vez, el mismo que a la vez me había enseñado a escribir, a besar, a amar a alguien...el mismo que me había dado la oportunidad de ser yo y de ser quien soy ahora mismo. Podía estar orgullosa de mi misma, había seguido mi camino y el destino me había devuelto a un Justin totalmente cambiado, a un Justin que valoraba todo lo que poseía y que me valoraba más de lo que lo hacía yo misma.
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Di que me recordarás - Justin Bieber y Tu. [2nda Temporada]
Fanfic2NDA TEMPORADA DE "NO SOY TU PRÍNCIPE AZUL" "Un día voy a escribir todo lo que siento. Un poquito más extenso de lo que escribí sobre ti y con otras palabras, tal vez sinónimos de "amor" y "felicidad" de nuevo. Y vas a leerlo y a preguntarte si se...