La obra fue maravillosa, realmente me había encantado. Broadway eran tan, peculiar, distinto, perfecto.
Tan Broadway.
-Me encanto Christopher muchísimas gracias. -lo abrace y sentí algo extraño, él me devolvió el abrazo y me apretó un poco más de lo normal
- De nada Sia, es un placer salir contigo y verte disfrutar- me dio un beso en la cabeza y tomo mi cintura mientras caminábamos al auto.
Me abrió la puerta como era la costumbre.
- quieres cenar o vamos directo al club?- me preguntó.
-Directo, gracias.
Después de un rato en el auto llegamos al estacionamiento. Con Christopher todo fluía bastante bien,eso me gustaba.
Hicimos una pequeña fila para poder llegar al interior del club, aunque creo que los guardias conocían a Chris porque nos dejaron entrar rápido.
La música estaba bastante buena, me dirigí a la barra.
-Me da un gin tonic por favor.- me volteé hacia Chris - Tu?quieres algo?
-Esta noche no nena, conductor designado. -tenía su mano en mi espalda de una manera casual.
Me entregaron mi bebida y lo jale a la pista a bailar. Estuvimos un rato riéndonos y bailando hasta que me empecé a sentir un poco sofocoda.
-Ya vengo Chris - le grite sobre la música.
Me aleje hacia un pequeño balcón que había, me imaginé que era el área de fumadores.
Estaba tranquila cuando sentí una mano en mi cintura y una voz al oído.
-No te iba a dejar sola Sia.
No me molesto la presencia de su mano en mi cintura y tampoco su voz tan cerca de mi, me voltee a verlo y me impresionaron sus ojos una vez más. Yo sabía lo que iba a pasar. Lo hemos visto en las películas, leído en los libros y yo misma lo he hecho un millón de veces, pero con el....con él era distinto y por un momento no me importó.
Tomo mi cintura un poco más fuerte y se acerco a mi mejilla, me dio un suave beso que fue acercando a mis labios.
Y justo ahí perdí el maldito control. Lo tome por la camisa y lo acerque a mi, me besó lento. El beso más lento que me han dado en mi vida. Era suave y delicado y yo quería más.
Pero no podía querer más
No estaba bien querer más
¿O si?
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Perdóname por vivir.
Teen FictionMi vida era normal, tan normal como la de una chica de 21 años. No era mala, tampoco era buena, era normal. Yo tengo un gran defecto que para mi en realidad es una virtud: no creo en el amor y no hay hombre en el estado de Seatle que me haga cambiar...
