Odisea

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DYLAN PDV

Me saca de mi ensimismamiento el vibrar de mi celular.Esto de pintarse la uñas es todo un caos, pero siempre vale la pena, se ven bonitas.

Bajo el volumen del parlante portátil y con todo el cuidado que me puedo permitir, tomo mi celular y  de una puedo ver una notificación de Whatsapp. Okay, esto es raro, y no porque me hayan hablado, sino por la hora que es. Las tres de la mañana es una hora algo perturbadora para recibir mensajes.

Veo de que va y me siento algo indignada. Después de tanto tiempo, de haber casi roto la nariz de Caleb, de ayudar a Emma con su accidente y de tener una especie de rivalidad sin fundamento aparente con Lucía, la gente cool recién me ha agregado a su grupo de Whatsapp.

Intentando pensar en cuales podrían haber sido las razones de la demora, mi celular empieza a vibrar como si de una llamada entrante se tratara, pero no, son mensajes, todos cortesía de Caleb.

Pocos de estos tienen palabras, de hecho son stikers, pero lo poco que se logra filtrar durante el bombardeo de información es que hay una fiesta a la que quiere ir, y nos quiere llevar, obvio.

En mis días en mi anterior cuidad, mejor dicho, en mi anterior país, salía con mucha frecuencia, podría decirse que me gustaba la vida nocturna, porque siendo sinceros me gustaba hacer cosas malas en momentos en los que a nadie le importaba lo que hacía.

Parece que el universo se empeña en "hacerme pecar" en este lado del charco, y quien soy yo para no darle el gusto. 

Un "Somos" es lo único que escribo como puedo. No puedo darme el lujo de manchar con esmalte para uñas la pantalla de mi celular.

Me levanto con cuidado de mi cama y me dirijo a la habitación de Logan. Hay que contarle los planes para mañana, o para hoy, aunque eso no importa, estoy segura de que le encantará que le cuente esto a las tres de la mañana c:

***

En medio de toda la charla que mis amigos están teniendo respecto a como rayos vamos a ir a la fiesta sugerida por la Caleb-baza, acabo de caer en cuenta del cambio de papeles que hubo entre Logan y yo, porque antes, yo era la amiga de sus amigos, y ahora él es el amigo de mis amigos. No sé si se entienda muy bien lo que estoy tratando decir, pero para mí si llega a tener sentido. 

- Vamos a ver, cielito - El sarcasmo se denota en la voz de Emma. Solo puedo aguantar la risa. A pesar del poco tiempo, ya sé cuando mi rubia amiga va a soltar veneno del bueno - ¡Como rayos se te ocurre...

- ¡A ver! No me parece tan descabellado - Logan corta de forma olímpica a Emma, quien al parecer, sin ánimos de discutir, no dice nada al respecto y simplemente observa a mi primo, quien acaba de ponerse de pie.

Pues el tema en concreto que nos tenía a todos reunidos en la sala de la casa de Emma era el hecho de que a Caleb se le había olvidado mencionar que la fiesta a la que iríamos en realidad era un evento, un evento en el que la entrada esta costando unas 20 libras y se encontraba en una zona llamada Buggle.

Por mí no había problema, la verdad, por eso no me había metido tanto en el tema, pero pareciera que mis amigos si veían muchos peros en la situación.

- Miren, estoy seguro de que todos aquí podemos pagar la entrada y ...-

-Pues estoy seguro de que Emm no hablaba de eso - Alex, quien en esta semana ya se deshizo del titulo de "el más callado", ladea la boca y alza un poco las cejas. He de admitirlo, se ve lindo.

- Sí, no lo decía por eso - Admite Emma, asintiendo y aparentemente buscando algo en su celular.

Veo como Logan suelta un suspiro exagerado y lo único que dice antes de sentarse a mi lado fue "¿Entonces que ocurre?

Emma, solo con mostrar su celular hace que me de cuenta del porque Caleb nos citó a las 8 y no a las 10, como la ultima vez que salimos.

Para llegar al dichoso evento teníamos que aguantar casi 2 horas de viaje en carro. Se le había olvidado mencionar que está al otro lado de la ciudad.

***

Esta bien, en estos momentos siento un poco de arrepentimiento por lo empedernida que he sido al querer ir al dichoso evento, pero bueno, luego de casi 2 horas de viaje no hay marcha atrás.

Después de tanta charla y ver que la hora seguía corriendo, llegué a la conclusión de que sí quería ir, aunque también se lo debo a Caleb, quien hablaba maravillas que solo hacían que me ganará la curiosidad por asistir. Me metí de lleno en la conversación, y con eso a lo que llaman manipulación logré que tanto Emma como Alex, quienes estaban en total desacuerdo, accedieran a ir, ademas de la promesa de que Logan sería el encargado de regresarnos, porque solo iríamos en un auto y por ende solo necesitaríamos un conductor no ebrio.

En todo el camino solo hicimos una parada en una tienda porque Alex tenía que ir al baño, vale decir que todos aprovechamos en comprar algunas cosas para el camino. 

Dejo de ver por la ventana y puedo ver a Caleb detras del volante, con la mirada fija al frente pero tarareando una cancion que suena en la radio. Gracias uno de los espejos puedo ver el asiento del copiloto, en donde está Logan, quien esta dormido. 

A mi lado está Emma, también profundamente dormida sobre el hombro de Alex. El castaño está en su celular, aparentemente jugando.

Agradezco a la santa papaya porque no he tenido indicios de vomito, mi estúpido y aparente delicado estomago no tolera los viajes por periodos largos.

En verdad deseo que todo este ajetreo valga la pena, una buena fiesta sería una buena recompensa para la odisea por la que mis amigos están pasando por mí.



Ella es míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora