Siento frío. Tu ausencia me congela hasta lo más profundo. No dejo de pensar en tu partida, ese desinterés con el que acabaste todo. ¿Me querías? ¿Será aquello cierto? ¿Habré tocado alguno de tus sentimientos? Tocaste todo de mi, te di todo.
La habitación está vacía, te siento aquí. Estás a mi lado, ¿lo notas? Estás aquí, recargado sobre mi. Lees mi novela favorita, acaricias mi cabello, susurras que me quieres. ¿A caso no lo sientes? Necesito esa realidad ficticia, te necesito aquí a mi lado, poder tocarte, sentir tus latidos, rozar tu piel.
Quiero besar tus labios y ver hasta dónde llegaré. ¿Por qué no estás aquí? ¿Dónde te escondes? Déjame buscarte, déjame hallarte. Vuelve. Vuelve conmigo.
Aquí siempre estará tu hogar, te espero cada noche. No hago más que pensarte día y noche, todo el día, todos los días. ¿Qué hiciste conmigo? ¡Sal de mi cabeza! Quiero mi vida de vuelta, sentirme yo otra vez.
¡Aléjate de mis pensamientos! No puedo respirar, la soledad me asfixia. Tengo libertad, me siento presa.
¿Eres feliz? No consigo sonreír. Vuelve a mi lado, te haré suspirar. Te amo. Dos palabras, vuelve a pronunciarlas y soy tuya.
Ya lo soy, siempre lo fui. Lo seré por siempre. No sales de aquí. Mi corazón no te olvida. No lo hará. No lo haré.
Ven aquí, tengo frío.
