Destroy me. [Lena&Ethan]

Amma.

Pasó un tiempo desde la muerte de Amma hasta que conseguí que Ethan volviese a sonreír.

Todos los días iba a Wate's Landing en el coche fúnebre para recoger a Ethan e irnos a Wader's Creek, a visitar a Amma. Recuerdo cómo fue perder a tío Macon, o creer que lo había perdido, yo era inconsolable. Y Ethan perdió a su madre, y ahora a Amma. Aunque no se haya ido del todo, se ha ido, y no puede volver, no al menos en carne y hueso, no al menos como nos gustaría.

A pesar de todo solo he visto llorar a Ethan dos veces desde su muerte, aunque seguro que fueron muchas más. La primera vez estaba en la cocina de Wate's Landing esperando a Ethan para irnos a Greenbrier, a nuestro lugar, e inconscientemente me levanté y toqué una sartén que solía usar Amma, en el mismo momento en el que Ethan cruzaba el umbral de la puerta de la cocina.

《Inmediatamente nos trasladamos a lo que parecía una cabaña de madera, con taburetes en el porche, y sentados en esos taburetes estaban nada más y nada menos que los Antepasados. Tía Twyla me guiñó un ojo, Amma estaba a su lado, sonriéndole a Ethan, que estaba devolviéndole la sonrisa y aguantando las ganas de ir a sus brazos y llorar.

Es ella, L.

Lo sé Ethan, ve y abrázala.

Aunque no hizo falta, Amma fue en su busca y lo abrazó como una madre abrazaría a un hijo, sé que no quería soltarlo nunca.

-Bueno, bueno, no os he llamado para abrazaros. Quería advertiros.- Me miró.- Advertirte. Un peligro más grande que todos nosotros te acecha, Lena, debes estar atenta, no todo es lo que parece.

-Abraham, Hunting y Sarafine están muertos Amma.

-Jovencita, no subestimes mi poder, ahí fuera hay cosas peores que una bruja y dos íncubos.

-¿Veers?- Dijo Ethan temeroso, sabía que se había encontrado con alguno de camino a la frontera.

-No todo lo peligroso es oscuro, Ethan Wate.- Y mientras decía eso, la cabaña se desvaneció para dejar paso a Wate's Landing.

L, también la has visto, ¿verdad?

Sí, ¿estás bien? Era obvio que no lo estaba, temblaba y sus ojos se veían enfermizamente rojos y llorosos.

No mucho, ya se ha ido L, se ha ido otra vez.

-Sabes que no se ha ido Ethan, sabes que está protegiéndonos a cada instante.

-Lo sé.- Y en ese momento rompió a llorar. Crucé la cocina y lo abracé, lo acompañé hasta su cuarto y dejé que se desahogara, lloró hasta que notó que la garganta le ardía, pero aún así no paró. No podía imaginar el tiempo que llevaba aguantando las lágrimas.》

La segunda y última vez que lo vi llorar fue la peor.

《Estaba en mi cuarto cuando escuché un ruido espeluznante, era Ethan gritando de dolor, estaba suplicandole piedad a un ser que yo no veía. Y el grito se apagó tan de repente como vino. Supe que estaba en problemas y fui lo más rápido que pude a su casa. Cuando llegué no pude contener un grito. Ethan estaba retorciendose como si lo estuviesen torturando, estaba mojado, llorando y lleno de tierra, sin embargo no había pruebas de que hubiese salido de su cuarto. Intenté despertarlo y al hacerlo se levantó muy agitado y con ojos llorosos.

-¿Lena? ¿L, eres tú? ¿Qué ha pasado?

-Sí, soy yo. No sé que ha pasado, te escuché gritar en sueños por kelting y vine a ver que te pasaba. ¿Qué has visto?

-Yo... era él, Abraham Ravenwood. Quería algo que yo no tenía y me estaba torturando. ¿Que será lo que quiere, L?- Dijo mirándome como un niño al que le acaban de regañar por algo que no ha hecho.

No lo sé, pero nada bueno, debemos contárselo a tío Macon.

Está bien, mañana iré a Ravenwood y hablaremos con él.

-¿Ya estás mejor?

-Sí.

-Está bien, pues me voy a Ravenwood, tío Macon estará en los túneles con Liv y tengo que proteger la mansión, hasta mañana Ethan.

-No, L, espera. No te vayas, duerme conmigo esta noche. Por favor.

Podrán apañarselas una noche sin mí. Sonreí y me acosté a su lado, procurando no tocarle para no hacerle daño, pero el me abrazó y me susurró al oído:

-Ya no duele como antes, ahora solo es un calor agradable, por favor, no te separes de mi.

-Nunca.-Susurré.- Mientras esté aquí para impedir que algo nos separe, nunca me iré de tu lado Ethan Wate. Te lo prometo.》

Esas fueron las dos únicas veces que vi llorar a Ethan desde la muerte de Amma, al menos hasta ahora.