CASA SOLA

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Me quedé un momento más allí y luego fui a tirar mi vaso de refresco al bote de basura, lo tiré y cuando me giré choqué con un amplio pecho cubierto por una camiseta negra, miré hacia arriba y vi unos lindos ojos café, una sonrisa divertida y unos labios carnosos. Era uno de los chicos que estaba en la mesa con el que me ayudó en la tienda.

- Lo siento. -dijo y sonrió, una linda sonrisa debo decir.

- No importa. -dije y me aparté para poder irme y para que él botara su bandeja con comida. El chico tomó mi codo y me detuvo, me di la vuelta y él seguía sonriendo.

- Por cierto, soy Trent. -dijo y supe que estaba esperando a yo le dijera mi nombre, pero no lo hice, yo solo quería pasar desapercibida, y se notaba que estos chicos llamaban a un publico, especialmente el femenino.

- Que bien. -le dije, riendo, y me giré de nuevo y empecé a caminar.

- ¿No me dirás tu nombre? -me llamó Trent desde atrás. Seguí caminando.

- No. -le grité, y seguí mi camino hasta mi jeep. Me monté y fui hasta la casa. Eran más de las 12 del día, mamá dormía mucho, pero de seguro ya estaba despierta.

Llegue a la casa y entré con las bolsas de compras, el auto de mamá no estaba en la casa, de seguro fue a ver a su Fred. Bueno, no es como si la necesite. Subí a mi habitación y saqué el cubre camas rosado y lo metí en la bolsa del cubre camas que compré, puse todo lo nuevo y lo viejo lo fui a dejar al ático. Tenía hambre, así que fui a ver si mamá había abastecido la alacena, ayer me dijo que hoy llamaría al supermercado para que trajeran las compras a casa, ahí estaba toda la comida, pero yo no sé cocinar muchas cosas, así que fui al congelador y saqué unas hamburguesas, las cocine, las puse en un pan junto con lechuga y queso, y me lo comí. Cuando terminé todo la puerta de la entrada sonó y luego se escucharon risas. Fui a ver quien era, y en ese momento vi a mi mamá y supongo que a Fred, besándose.

- Iugh. -dije.- Eso aquí no, por favor.

- Ay Nicky. -dijo mamá alejándose un poco del hombre.- Este es Fred, Fred esta es mi pequeña Nicky.

- Hola. -dijo éste y me tendió la mano, a regañadientes la estreché.

- Voy a la playa mamá, nos vemos luego. -le avisé.

- Nicky. -me llamó mamá.- Fred y yo nos vamos a ir por... Unos meses. -hizo una pequeña mueca.

- ¿Qué? - casi grité, habíamos llegado aquí hace un día y ella ya se estaba yendo.- ¿Dónde van?

- Sabes que viene la semana de la moda y luego...

- Te vas a París. -la interrumpí.

- Y luego Tokio. -dijo, medio disculpándose con la mirada.

Estaba enojada, no puedo creer que me dejara... Sola, bueno, después de todo no será tan malo, estaré sola en esta gran casa, sin restricciones de salir de fiesta, por uno meses. Mh... Eso no suena del todo mal.

- Bien... -dije.- ¿de cuantos mese hablamos?

- No lo se... Dos, quizás tres. -murmuró.

- Oh... Okey. -sonreí un poco, pero traté de ocultarlo.

- Te prometo que te traeré algo de Tokio, un nuevo celular quizás o no lo sé, lo que quieras. -dijo algo apresurada.

- ¿Y cuando se van? -preguté.

- Hoy en la noche - respondió Fred por mamá.

- ¿Y me lo vienes a decir ahora? - suspiré - Bien, entonces me voy a la playa mientras y nos vemos luego...

- Si, Nicky, ahora iré a guardar unas cosas que saqué de las maletas y luego tengo que ir al aeropuerto, lo siento. -dijo mamá y me abrazó. La abrace de regreso, y luego se apartó.

- Un gusto Nicky. -me dijo Fred.

Solo asentí y me fui a la playa, el sol estaba demasiado fuerte, y el lugar estaba como desierto, no solo por el calor que hacía, si no que tampoco había nadie, debe ser porque este debe ser un lugar privado para la gente que vive por aquí o yo que se, aunque no lo creo. Me senté en la arena, pero estaba muy caliente y quemaba mis piernas desnudas, así que solo me dedique a pasar el rato caminado por la orilla y escuchando música. Al menos 3 horas pasaron y mi celular vibro, lo miré y era un mensaje de mamá, ya se estaban yendo, así que me devolví a la casa para decir adiós.

Llegué y Fred ya estaba metiendo las maletas en el auto de mamá, entre a la cocina y ahí estaba mamá retocando sus labios.

- Nicky, ya nos vamos. Pero antes, quiero que me prometas algo. -me dijo cuando me vio entrar, dejó el lápiz labial en la mesa y se acercó a mi y me sujetó por los hombros.

- ¿Qué cosa? -le pregunté alzando un poco mis cejas.

- Quiero que me prometas que no te meterás en problemas, no quiero que te echen de este instituto, no sabes cuanto me costó que entraras. -me miró algo enojada.-

Suspiré, no puedo prometer eso, no es mi culpa que chicas como la de esta mañana me saquen de quicio. Pero por el bien de mamá y para que no se le ocurra contratar una ama de llaves o peor, una niñera, le dije que si.

- Okey, lo prometo. - suspiré.

- Gracias. -dijo y me abrazó - Y nada de fiestas aquí en la casa. -dijo mientras se alejaba.

- Ah, eso no te lo prometo. - dije con una sonrisa, ella se giró y enarcó una ceja.

- Esta bien, te dejo hacer una. Pero pequeña. - mi boca se abrió, es una broma ¿cierto?

- ¡¿Hablas en serio?! - le dije asombrada.

- Si, confío en que dejarás la casa como está. -murmuró.

- Gracias. -dije y me tiré en sus brazos, me alejé y luego la fui a despedir a la puerta.- Nos vemos en unos meses.

- Adiós Nicky, cuídate. - me hizo señas con la mano y el auto partió con Fred manejando.

Tenía la casa para mi sola, y mamá me había dado permiso para hacer fiesta, ves, no todo es malo cuando tienes una mamá que se va y un papá lejos. ¡Estos meses serán geniales!

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Otro capítulo largo :3

All the love.

¡Problemáticos! [USDP #1] © *REPUBLICADA SIN EDITAR*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora