CAPITULO 1

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Soy Sophie, tengo 17 años y vivo con mi padre, el cual está casado con una mujer que considero mi madre, puesto que ésta me abandonó cuando era chiquita. Mi madrastra, Emma, tiene un hijo de 25 años, del cual llevo coladita desde que tengo memoria. Aunque se que él ni me miraria.

En pleno verano no me apetece salir mucho, no soporto el calor, así que prefiero quedarme en casa. Aunque ahora es de noche y me estoy quedando dormida.

Tengo sed, me levanto a beber agua, y en la cocina me encuentro a mi hermanastro, que está poniéndose agua en un vaso.

-Pásame el agua cuando acabes, por favor.

-Sí claro, toma -,me dice sonriéndome. Dios, es tan guapo...

-Gracias.

Me echo agua y me dispongo a salir a mi habitación.

-Buenas noches, David.

-Oye Sophie, ¿me haces un favor?- me detiene cuando estoy en la puerta, sorprendiéndome.

-Claro, dime.

-¿Me puedes atar la pulsera?, es que no puedo.

-Claro, dame - oh era eso, creí que sería algo más importante.

Me tiende la muñeca con su pulsera azul media deshilachada y de repente me levanta la barbilla, haciendo que le mire fijamente a los ojos.

-David, ¿qué haces?-le pregunto en un susurro perdiéndome en sus ojos.

-¿Por qué me haces esto?

-¿Por qué te hago q....

Me interrumpe estampando sus labios sobre los míos, esto me ha pillado por sorpresa, pero qué bien que se siente. Le rodeo con mis brazos y le correspondo al beso, mientras él, me sujeta de la cadera y me acerca más a su cuerpo, notando así su creciente erección.

Un sonido estridente me despierta del sueño. Oh mierda, ha sido sólo un sueño, pero se sentía tan real... Me despierto a desgana para ver qué ha pasado. Se ha caído un cuadro que tengo en mi habitación, estúpido cuadro, me ha despertado del mejor sueño que he tenido hasta ahora. Vuelvo a la cama, aún son las 4 de la mañana e intentaré dormir más, pero no puedo, así que me voy a buscar algo para comer en la cocina que me ha entrado hambre. Allí me encuentro a David. Dios, va sin camiseta... Sacudo la cabeza para no distraerme y que no
se me note la cara de boba, y me acuerdo del sueño, haciendo que me ponga roja. Se levanta de la silla acercandose a mi, pasa por mi lado y se vuelve a su habitación. Claro Sophie, ¿qué esperabas?, ¿que pasara lo mismo que en tu sueño? No me seas ilusa, por favor.

******

¡Buenas! ¿Qué les parece el principio? el caso es que no sé si seguir con esta historia, de momento es una pequeña idea que tengo. Así que agradecería que me ayudarais, a ver si debo seguirla o no :) ¡Muchas gracias! Besos.

Entre hermanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora