Comencé a descambiarme, y lentamente fui metiéndome a la bañera. El agua estaba como me gustaba. En su punto exacto. Me recogí el cabello con una hebilla y cerré los ojos a medida que sentía como el agua iba tapando todo mi cuerpo.
Me quedé un buen rato en el agua relajada pensando en algunas cosas. Mi menté se perdió por un momento. De repente, el tiempo se había esfumado y había olvidado que Niall estaba en casa.
— ¡Emily apúrate! —El grito de Niall hizo que abra los ojos de golpe.
— ¡Ya voy! —me apresuré en responder.
Estoy segura que estuve allí dentro más de media hora. De un salto salí de la bañera. Tomé una bata de baño, y enseguida corrí a vestirme. La muda de ropa que había escogido estaba compuesta por; una musculosa, en un tono rosado claro, a decir verdad... me quedaba bastante escotada. La parte de abajo, por otra parte, era un short blanco con delicados puntitos rosados.
Me sequé el pelo, y lo dejé suelto. Acto seguido, me coloqué las pantuflas de mi madre que se encontraban en el baño.
Enseguida fui para la sala, y me topé con Niall tirado en el sofá, comiendo unas papas fritas.
—Tranquilo mi amigo, estás en tu casa... —dije sonriendo.
—Lo siento, tenía hambre —murmuró sin ningún tipo de remordimiento.
Al contrario, las papas fritas seguían entrando a su boca una tras otra.
—No hay problema comilón...
— ¿Qué?
—Comilón —repetí con una sonrisa.
— ¿Por qué me dices así? —preguntó mientras exageraba y se metía cuatro papas fritas juntas.
En ese instante comencé a reír ya que Niall empezó a hacer caras graciosas. Él se unió a mi risada, y de repente nos encontrábamos ambos riéndonos a carcajadas de cosas sin sentido.
Luego de un momento de risas contagiosas, ambos respiramos profundo y nos miramos fijamente.
Inesperadamente, el silencio se apoderó de la sala. Algo que nos desconcertó a ambos, luego de tanta risa. Fue un momento muy raro. Demasiado. Ninguno sabía cómo reaccionar, qué decir. Pero aquel silencio estaba acompañado de la fuerte conexión de nuestras miradas. El silencio, venía acompañado de aquel vínculo, que ya sentíamos tan tempranamente.
Niall se acercó un poco más a mí, y una risotada se me escapó mientras tapaba mi boca para evitarla.
—Hey, ¿de qué te ríes? —preguntó con el ceño fruncido.
—Tienes una migaja de papa frita en tu labio —murmuré con una sonrisa, mientras le señalaba con el dedo.
—Pues quítamelo —ordenó él.
Me acerqué unos centímetros hacia Niall, y estiré mi mano para quitarle la migaja, pero en ese preciso momento, el rubio tomó mi cabeza con delicadeza, y la acercó hasta la suya, pegando mis labios con los suyos.
Me sorprendí tanto, que por un instante quedé nula mientras Niall comenzaba a mover lentamente sus labios, pero no tardé más de cinco segundos en responder a aquel beso.
Nuestras lenguas se entrelazaron una y otra vez con desesperación. Sentí como el corazón me latía con fuerzas, y mi respiración se agitaba a medida que el beso se volvía mucho más apasionado de lo que imaginaba.
Niall me contrajo con delicadeza sobre su regazo.
Sentí como su corazón galopaba con fuerzas, y su respiración era mucho más agitada que la mía.
Me llamó la atención que por un momento tuve un sentimiento extraño... confuso. No sabía que pasaría, no estaba segura de lo que podría llegar a pasar. Lo más probable, y mis principales hipótesis eran tener relaciones con Niall, pero la cuestión era que apenas nos conocíamos, entonces... ¿Estaba bien lo que podría llegar a pasar? Si nos poníamos a ver las distintas situaciones que sucedían, la realidad es que por más grotesco que sonara, cualquiera tenía relaciones con cualquiera. Incluso si dos personas se conocían en una fiesta, en esa misma noche tendrían un encuentro íntimo.
Pero nuestra situación era destina... ¿O no?
No puedo desmentir que nos habíamos conocido hacía tan solo unos días, pero en aquellos días tuvimos un encuentro muy fuerte.
Desde que mis amigas son fans de estos cinco chicos, debo admitir que el primero y el único que llamó mi atención fue Niall. Porque a pesar de que Zayn estaba bastante bueno y el cual formaba parte de mis gustos, nunca sentí aquel llamado de atención el cual en realidad había provocado Niall Horan desde la primera vez que mis ojos se toparon con él en un poster de una de mis mejores amigas.
Qué locura. En ese momento nos encontrábamos, Niall y yo, en un clima muy fuerte. En un clima el cual no quería romper... no quería perder.
Y mientras mi mente razonaba y re calculaba todos estos pensamientos, el beso se hacía cada vez más largo y se seguía manteniendo excitante y rico como el principio, pero lentamente Niall fue despegando sus labios de los míos.
—Emily... —susurró, un poco agitado. —Sé que hace tan solo unos minutos dije que debía respetarte y que no era el momento...
—Está bien Niall, no haremos nada si tú no quieres. No sé en qué tienes que respetarme si yo en ningún momento me he echado atrás, no sé cuándo será "el momento" —hice una pausa y tomé una bocanada de aire. —Yo creo que "el momento" no se planea, y solo de da y ya —finalicé mi oración.
Ambos nos quedamos mirando por unos segundos, mientras Niall aún no respondía. Así que en ese momento tomé la decisión de levantarme de su regazo y tomar asiento a su lado, pero no fue posible.
En el instante en el que intenté levantarme de su regazo, Niall me tomó con fuerzas y volvió a besarme con desesperación.
Fue ahí que supe, que ésta vez... ninguno pararía.
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Nunca te olvides de mi (NIALL HORAN) |TERMINADA|
RomanceNovela de Niall Horan. ✓ TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. ✓ HISTORIA COMPLETAMENTE MÍA. ✓ PROHIBIDA SU COPIA Y/O ADAPTACIÓN. ✓ SI SE DESCUBRE QUE ESTA NOVELA ES PLAGIADA, SE TOMARÁN MEDIDAS ESTRICTAS. ©