My remedy

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Las cosas que pasamos juntas, nadie puede cambiarlas. Porque son así, pero no quererte, no desearte, no amarte, son cosas que soy incapaz de hacer y aunque me arranque el corazón sé que no podré tenerte, porque eres incapaz de verme.

Me llevé el primer vaso de vodka a los labios, el líquido corrió por mi garganta quemándola por completo, arrugué mi rostro y mordí un limón. No estaba derrotada, tampoco estaba pasando por una pena amorosa, solo amo beber alcohol cuando tengo tiempo libre. - ¿Estás sola? – Miré brevemente a la joven que acababa de preguntarme aquello, una débil sonrisa formada en sus labios, no me estaba coqueteando, tampoco lucía convincente con su pregunta. Pero asentí brevemente – Así que... ¿te gusta beber?

-Al diablo. ¿Lo mismo de siempre Taeyeon? – Le miré y ella asintió suspirando y dejando caer levemente su cabeza – No sé porque rayos haces todas estas cosas Kim Taeyeon – Agregué mirando a mi derrotada amiga.

-Es que... no sé – Respondió mientras recibía un vaso de vodka y se lo tomaba al instante pidiendo otro.

-Oye. ¿Piensas excederte esta noche? – Pregunté mirándole preocupada.

-Tal vez. ¿Sabes lo doloroso que es cuando te rechaza la persona que te gusta? – Claro que lo sé, no me has rechazado pero jamás me has visto como alguien más que una amiga. Y no puedo decirte estas palabras porque te alejarás de mí. - ¿No verdad?

-No Taeyeon, lo siento – Mentí. Ella sonrió débilmente antes de volver a tomar otro vaso de vodka sin un limón que lo acompañase.

-Ten cuidado con eso por favor – Pronuncié aún más preocupada – Vamos, el mundo no se caerá porque te rechazó.

-Creí que... Tiffany sería distinta – Inquirió amargamente, asentí brevemente. La tercera en la lista que rechazaba a Taeyeon y ella terminaba aquí, llorando y creyendo que el mundo se acabaría hasta dos días más en que viera a otra chica y creyera que está nuevamente enamorada de ella. – Pero lo primero que hizo fue decirme que no podía estar con una persona como yo. ¿Puedes creerlo? Yo creí que era dulce.

-Acéptalo, fue mejor que el rechazo de la princesa de hielo – Inquirí recordando a aquella hermosa joven de cabellos rubios que no solo rechazó a Taeyeon, también le gritó y la humilló en la universidad.

-Esa chica no tiene corazón y yo traté de buscarlo – Dijo antes de volver por su tercer vaso.

-¡Hey! – Grité al barman que continuaba brindándole el alcohol "borra recuerdos" a mi amiga, él se acercó a mí y en menos de tres segundos ya lo tenía agarrado por el cuello – No sigas dándole más alcohol a esta chica. Ella no pagará por esto, soy yo y no quiero que termine metiendo la pata de nuevo – Amenacé con un tono suave, seductor, asesino pero con el único interés de que dejara a Mi Taeyeon tranquila.

-Yuri, ven aquí – Lo que me faltaba, tres vasos y ya estaba animándose, me acerqué un poco a Taeyeon y al instante se tiró a mis brazos, mi corazón latió acelerado – ¿Por qué eres tan buena Yuri? – Preguntó mientras me apretaba contra su cuerpo, intenté no respirar su agradable aroma. ¿Por qué me tuve que enamorar de mi mejor amiga?

-Taeyeon has bebido demasiado para tu cuerpo, vamos, hay que salir de aquí – Inquirí separándome y agarrándole del brazo.

-¡Aún no quiero! – Gritó mientras se soltaba de mi agarré, le devolví la mirada y una juguetona sonrisa adornaba su rostro – Todavía podemos divertirnos, vamos a bailar.

-¿Ju-jun-juntas? – Tartamudeé con solo pensar en aquella posibilidad, Taeyeon comenzó a reír al escucharme pero agarró mi mano y me arrastró a la pista de baile mientras se movía alocada disfrutando de la música. Suspiré sonriendo mientras bailaba mirándole. Mi Taeyeon, ella jamás me vería como una chica. Solo su amiga, su hermana, alguien que nunca podría tener una posibilidad de ser amada por Taeyeon.

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