Lo primero que vi al despertar fue nada. Al principio me desesperé pero rápidamente mi madre vino a tranquilizarme. Ella me dijo que aquellos fuegos artificiales fueron directo hasta mis ojos. Mi familia se aseguró de traerme los más rápido posible al hospital para que revisaran mis ojos y tan pronto llegué me hicieron una operación de urgencia. Yo no recordaba nada porque estuve inconsciente todo ese tiempo.
"Debemos esperar unos meses para ver los resultados, le recomendamos que se quede en el hospital para monitorear su progreso" dijo el doctor luego de revisar mis ojos, envolvió una venda en mi cabeza para cubrirlos.
Yo no dije nada. Tenía miedo de no poder ver nunca más, ya no iba ni un día y no me gustaba esta sensación, era muy aterradora.
"Voy a estar bien mamá" dije para asegurarle, ella estaba llorando hace tiempo, me di cuenta por los sollozos que trataba de silenciar. Me acarició el cabello y dejó un beso en mi frente.
"Lo sé mi niño, no debemos perder la fe" tomó mi mano y la apretó con fuerza. Ella también estaba asustada, lo podía notar por como temblaba. No debe ser agradable saber que tu hijo estaba por perder uno de sus sentidos, que era muy esencial en la vida.
"Lo trasladaremos a la habitación" escuché decir de una voz femenina, lo que supuse que era una enfermera.
Me pusieron en una silla de ruedas y esta pronto comenzó a moverse. El ruido cambio cuando salimos de la habitación pero no era fuerte, el eco de los pasos de mi madre y la enfermera me decían que íbamos por el gran silencioso pasillo. Luego de unos minutos, este cambio de nuevo. Habíamos llegado a la habitación en la que me quedaría por no sé cuánto tiempo. Sentí algo cuadrado entre mis manos después de que me ayudaran a sentarme en la cama.
"Si necesitas algo, aprieta el botón, asegúrate de tenerlo cerca. También tienes un compañero, él vendrá pronto" la mujer dijo eso y yo asentí en silencio. Luego la enfermera se fue.
Mi madre me hizo compañía durante unas horas más ya que tuvo que irse porque el horario de visitas había terminado. Se despidió con un fuerte abrazo y un beso en mi frente. Iba a extrañar no poder estar en casa para ayudarle. Ciertamente, mi padre tuvo que irse temprano por el trabajo, el cual lo mantenía ocupado la mayor parte del tiempo, mi madre era la que pasaba mucho más tiempo conmigo.
Me recosté con cuidado, intenté girarme para conseguir una posición más cómoda pero casi hizo que cayera de lleno al piso. Digo casi, porque alguien me sostuvo a tiempo evitando la golpiza.
"No te muevas tanto, puedes caerte y herirte" dijo la misma voz que me había sostenido, la cual identifiqué como la de un chico. Di un pequeño salto ya que no lo había escuchado entrar.
"Gracias" dije suspirando con alivio, no quería seguir lastimándome.
"Soy Jisoo, tu compañero de habitación"
"Soy Jeonghan, un gusto" extendí mi mano luego de que estuve seguro en la cama. Al instante sentí una cálida mano apretar la mía suavemente.
"Si necesitas algo no dudes en decirme"
"Gracias" aprecié que este desconocido quiera ayudarme, me alegra que me haya tocado alguien así.
Los siguientes días pasaron muy lento. Cada cuanto, Jisoo me preguntaría si necesitaba algo cuando nos encontrábamos solos. Yo solo quería recuperar mi visión e irme de aquí.
El comer se me hacía difícil, por eso mi madre me acompañaba en el almuerzo y cena, ella no podía estar todo el tiempo conmigo porque tenía otras obligaciones que cumplir. Un día ella no pudo venir para el almuerzo, ya lo había mencionada con anterioridad.
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17 Roses (JiHan♥)
Random"Él fue mis ojos pero creó mejores fantasías que los míos" Dedicado a todas las JiHan Shippers. ¡Feliz año nuevo! Ustedes fueron mi inspiración para que escribiera esta cortita pero conmovedora historia. Espero que les guste^^