"Tras la sombra..."

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Me tomó de la muñequa fuertemente, impidiendome ir. Me acercó hacia él y me abrazó. No correspondí el abrazo, pero no lo rechacé. Intentè no llorar, pero me fue inútil. Me apartó lentamente, tomó mi mentón, y limpió mis lágrimas con las yemas de los dedos. Solo quería escaparme de él, pero, sabía que no lo iba a poder lograr. Una vez mås, pateé su tobillo y heché a correr, pero esta vez, si logré escaparme. Al principio, pensé que me perseguía, pero no fue así. -Perdió su oportunidad- susurré. -Y no hay otra de repuesto?- dijo gracioso, con la mano en la cintura. Eché a correr, hasta no poder más, y tener que parar para descansar.

Sentí una mano fria en mi hombro izquierdo, me dí la vuelta, esperando no encontrarme con el rostro de Castiel. Pero no fue así, era Nathaniel. Venía con su habitual vestimenta y una leve sonrisa en su rostro. -Te ví con Castiel, ¿te ha hecho daño?- dijo sutílmente. Eso me gustaba de él, no solo su belleza, su inteligencia.... si no su atención a todo. No pude evitar morder mis labios al verle a la boca, él notó esto, y me besó los labios. Correspondí el beso, lo necesitaba, y de su parte, se volvía aún más especial...

Despegó sus labios de los míos y me miró a los ojos... ¿Cómo podía ser que un ser humano fuese tan perfecto? -No- dije secamente. -¿No? ¿Que ocurre, no te gustó?- carcajeó. -No, no es eso, solo respondía a tu pregunta- respondí. Me miró tiernamente y me tomó en brazos.

-Me alegro entonces- dijo.

Empezó a jugar con mi pelo, hasta que empezó a mirar mi pecho fijamente, con los ojos inmensamente abiertos. Me sonrojé, nunca pensé que Nath fuese así. -U-uh-dijo, apartando su vista de mi pecho y subiendolá hasta mis ojos. Se sonrojó, me bajó de sus brazos, me dió un beso en la mejilla y se fue.

Parado junto a la puerta, cruzado de brazos y piernas, estaba un chico moreno, de ojos celestes... ¡Era Armin!

Corrí hacia él y lo abrazé, aunque no sentí como me correspondia. Me apartó lentamente. -Solo soy tu segunda opción, ¿no?- dijo. -Un repuesto, ¡Pero lo ví todo!-.

Quedé callada, mis ojos se cristalizaron y empecé a llorar. -¡¡HEY!!- Una voz familiar gritó en dirección a Armin. -A-Alexy?!- susurró. Miré hacia atrás, efectivamente, Alex estaba allí, con el seño fruncido. -¿¡Cómo le puedes hacer esto ?!- gritó, nunca lo había visto tan enojado -¡El día en el que te digo que me gusta, y tu arruinas todo!-.

Quedé impactada, ¿Cómo le puedo gustar

...

Si es homosexual?

Armin me miró, corrió hacia mi, y me levantó. Alexy le sonrió, y asintió con la cabeza. -Eh... ¿Su?- dijo Alexy, completamente sonrojado. -¿Si?- respondí -Creo que está claro, nos gustas a ambos- dijo.

Quedé perpleja, ¿A qué se refería?

¿Cómo...?

Me tomo dulcemente de la mano, colocó su mano en su cabeza y me miró a los ojos. -Un día me di cuenta de que tú no eras como todas, eres atenta, solidaria....

HERMOSA. Armin frunció el ceño, era obvio que no le gustaba que su propio hermano gemelo esté ligando con la chica que le gusta.

-Vosotros... Tú...- respondí.

Ambos sonrieron y cruzaron miradas.

-No hemos llegado a donde quisieramos, Alex es muy lento, así que te lo explicaré yo mismo- dijo. Estaba muy confusa, ¿No estaban querriendo llegar a "quien de los dos prefiero"? ¿O sí?


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