Necesito trabajo

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Ya estaba hecho, me despedí de ella sin ella saberlo, no había vuelta atrás. La tuve en la palma de mi mano. Era tan inocente, tan sencilla, era una presa fácil para un hombre como yo. Me arrepentí en el último momento, no tuve la valentía de tomar lo que no me correspondía.

__Hola cariño—saluda Whitney plantando un beso en mi boca.

__Te he dicho que no hagas eso. —dije mientras la separaba de mis labios

__Me tienes olvidada. ¿Ya terminaste con él jueguito que tenías de profesor?—me recrimina

__No era ningún juego. Ahora si me disculpas debo regresar al laboratorio.

__ ¿Cuándo tendrás tiempo para mí?—vociferó atravez del pasillo

No le contestó. Nunca más.. murmuró

En la universidad...

Ése día Grace se había encargado de llegar temprano a la clase. Acomodó sus libros y esperó a que él entrara.

__ ¿Grace que haces tan temprano aquí?—preguntó Danna curiosa

__No quise llegar tarde para que el profesor Valenzuela no se desquite conmigo.

__ ¿El profesor dices? Pero si el ya no vendrá. —puntualizó

__ ¿Cómo que no vendrá?

__Ay, amiga. ¿Qué sucede? Sé que tienes problemas auditivos pero, ¿tú aparato no funciona?—preguntó con preocupación

Grace se puso nerviosa, tampoco quería que Danna se ofreciera a comprarle uno o peor aún que terminara diciéndole a Bryant. El sí lo compraría sin rechistar.

__No Danna mi aparato funciona perfectamente bien. ¿Por qué lo dices?

__Púes el profesor lo dijo ayer al grupo entero. —le informó

__A lo mejor estaba distraída. —le contestó en su móvil. —¿entonces quién dará la clase?

__El profesor Clark.

Esto no se lo esperaba, pero mejor todavía porque ya no tendría que soportar sus desplantes. Un sentimiento de tristeza inundó mi pecho. Posiblemente ya le quería y él me quería a su modo, no lo sé. Pero lo cierto era que el tenia una habilidad especial para herirme.

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Conforme pasaron los días y así las semanas, el profesor Clark se retiró de la universidad. No le alegraba que se fuera para siempre por que en ocasiones hablaba algunas cosas de Sebastián. Y aunque fuera una tontería le gustaba escuchar de él.

Su amistad con Nicolás fue creciendo poco a poco hasta casi poder decir que se conocían de toda la vida.

__Nicolás. —le escribí

__Nick ️para ti, linda. ¿Que deseas?--preguntó con una linda sonrisa

__Necesito un trabajo. –le informó

__¿Un trabajo dices? ¿Y eso?

__Quiero sentirme útil. Ayudar a mi madre, poder comprar mis cosas...y... iba a continuar escribiendo cuando el dice..

__Yo puedo comprarte lo que quieras.

— ¡Qué! ¿No estarás hablando en serio? —le mensajeé—. Muy buena broma, pero no es el día de los inocentes y tú no eres mi marido.

__No me molestaría serlo —a pesar de mi risa, el gesto serio en el rostro de Nicolás me confirmó que hablaba en serio.

—No, no estoy bromeando—vuelve a escribir. Se acercó a mí colocando sus manos en mis hombros. Mi corazón comenzó a latir violentamente. Era la primera ocasión que Nicholas me hablaba así...

__Esta bien Grace. Hablaré con mi padre. ¿No te había dicho que mi padre es dueño de una de las farmaceuticas más prestigiosas de este estado?

Por la cara de sorpresa que vio en mí, terminó diciendo, —Uhm, ya veo que no te lo dije.

__Pero tu padre no va querer emplear una persona como yo.

__ ¿Una persona como tú?.... vi molestia en sus bonitos ojos

__Grace,—levantó mi mentón... — confío en ti, en tu talento, sé que puedes hacer cualquier trabajo en se te emplee.

—Está bien—sus fuertes brazos me arroparon con alegría. Era un abrazo sincero de amistad o al menos eso quería creer y por eso no lo rechazaba—.

__Por eso te quiero.

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Susurros del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora