En el inicio del tiempo Él creador Deus creo 9 mundos al igual creo a varios tipos de seres Ángeles, hadas, duendes, elfos, sirenas, gnomos entre otros seres mágicos, a cada uno nos dio una misión, la cual sobre todo debemos cumplir.
Pero muchos se rebelaron contra Deus, él de castigo los mandó a un lugar donde todos serian iguales, donde no tendrían conocimiento alguno de su origen, donde tendrían que luchar para sobrevivir, un mundo donde es cielo para algunos e infierno para otros, un planeta llamado Tierra.
Mi nombre es Akai y esta es mi historia.
Deus quiso reconstruir lo que al inicio salió mal, entonces creó un nuevo mundo llamado "Heiwa Kumiai No", dio vida a cuatro seres mágicos encargados de proteger y cuidar del mal a los habitantes de Heiwa Kumiai No a los cuales llamaban "Jojoemis del nuevo mundo", los guardianes de este mundo eran
El Ángel de norte Sugui-Kuuki-No: Guardián de las alturas, de las montañas altas, el don aire.
La protectora del este Midori-Mori: Guardiana de los animales, de los bosques, de la naturaleza, el don tierra.
La sacerdotisa del oeste Akai-Hana: Guardiana de los templos sagrados, del hogar, el amor, el don fuego.
Y
El Ángel del sur Kawa-Aoi: Guardián de las profundidades frías, de la lluvia, la esperanza, el don agua.
Cada día uno de los guardianes cuidaba nuestra región, nuestra misión era mantener a Heiwa Kumiai No en gran armonía y paz.
Deus decidió que ninguno de los cuatro guardianes supiera la existencia del otro, para no distraer sus actividades diarias de oración y meditación.
Todo era perfecto, todo en gran equilibrio, armonía, felicidad, paz y amor...
Pero... Un día uno de los cuatro guardianes cometió un ligero error...
Enamorarse.
Midori-Mori era muy curiosa y un día se propuso a explorar el mundo Heiwa Kumiai No y emprendió un viaje el cual la llevo al lejano oeste.
Akai era un ser muy inocente y de gran corazón.
Los Jojoemis acudían a ella para sanar sus cuerpos, para sanar sus almas, los niños para ser mimados por ella, los Jojoemis la veían para ellos era un ejemplo a seguir, hasta ese día donde ella cometió el error.
-¿Quien eres?- pregunto Akai sorprendida
-Mi nombre es Midori-Mori- respondió Midori mientras se apoyaba en una roca.
El viaje de Midori le había ocasionado algunos inconvenientes y confrontaciones con un mensajero de Deus quien lo envió para que ella volviera a su región.
Akai sano las heridas y cuido de Midori, a medida que el tiempo trascurría ambas se enamoraron y Akai fue cayendo en un abismo sin fin...
El joven Sugui-Kuuki-No vigilante de los cielos había seguido a Midori por un tiempo; el rumor del amor de la Sacerdotisa Akai había llegado a sus oídos y en el despertaron dos de los siete pecados capitales La ira y La envidia
Kuuki no soportaba el verlas juntas y ataco, los Jojoemis del norte bajaron de las montañas guiados por Kuuki.
Empezó el caos...
-No vayas por favor- suplico Akai
-Tengo que ir- dijo Midori -si no vuelvo al amanecer ¿Me seguirias esperando?
-si, aunque tardes mil años en volver yo te seguiré esperando- respondió Akai
-¿Me amaras mañana?- pregunto Midori con voz quebrada
Akai abrazo a Midori -No seas tonta... Yo te amare por siempre- prosiguió -No me olvides Midori-
-Te prometo amarte aun si Deus me exilia de mi existir- dijo Midori mientras empuñaba su espada lágrimas recorren sus mejillas
Y con un beso sellaron su amor
Midori emprendió su nuevo viaje
Kuuki la esperaba impacientemente.
Akai corrió al templo de fuego, preparo el altar sagrado y rogó a Deus pero no la escucho.
Deus mando a Kawa-Aoi a darle un mensaje a Akai
-¿Quien eres?- pregunto Akai
-Mi nombre es Kawa-Aoi, soy el guardián del sur-respondió Kawa
-¿Guardián?¿A que te refieres?- pregunto Akai algo confundida
-vaya que si eres torpe, Deus hace mucho te dio la espalda ¿no te diste cuenta de ello?... Deus, no se porque pierde el tiempo con alguien como tu! Puff.
Te he traido un mensaje el cual dice asi:
Mannaheim
Tu sabras lo que hiciste para tal castigo-
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Kawa se acerco a Deus -Hice lo que me pediste...- Deus sonrió -Gracias, buen trabajo- Kawa se apoyo aun costado del trono de Deus -¿Deus no crees que fuiste algo cruel con ella? Mandarla a ese lugar... ¿Realmente crees que lo logre?- Dijo Kawa.
Deus sentado en su trono observaba a Mannaheim a través de su pergamino "Senken-Sha"
-Apenas comienzo- Dijo Deus
"-¿apenas comienza? ¿A que se refiere? ¿Acaso planea algo? Oh.. ¿sera posible?-" Kawa sonríe para si mismo "-Oh Deus me preguntó ¿seras capaz?"
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Paciencia ya vendra lo bueno
