*NARRA JUSTIN*
Que dolor de cabeza tengo, ayer bebí mucho y no recuerdo nada. Estoy acostado en la cama y Ariel está junto a mí. Me acerco para besar su mejilla pero no lo hago, ¿qué hace aquí Brooke, y vestida como Ariel?
-Buenos días cariño.-Dice Brooke, sonriéndome.
-Brooke, no soy tu cariño, ¿qué pasó anoche?
-Lo que tenía que pasar.
-¿Nos acostamos?
-Claro.
-Joder, tengo que hablar con Ariel.-Me levanto y salgo corriendo en busca de Ariel. No sé como le voy a explicar esto, ni siquiera lo entiendo yo.
Miro en su cuarto, pero solo veo varias cosas tiradas por el suelo. Bajo a la planta baja y tampoco la encuentro. La llamo. Oigo su móvil. El sonido proviene de la calle. Salgo y sólo veo encuentro su móvil tirado entre el césped de la entrada. ¿Dónde estará? Me preocupa que le haya pasado algo.
Decido coger el coche y buscarla por el pueblo. Recorro todas las calles, observo cada esquina, callejón y nada. Voy a mirar cerca del instituto pero sólo veo un coche. Un momento, es el coche de Nathan, el amigo de Brooke, él fue el que me pegó para que saliera con Brooke y no me fijara en Ariel. Aparco mi coche y decido ver que está haciendo allí.
Golpeo la ventanilla con el puño.
-Nathan, ¿qué haces aquí?
-Na...nada.-contesta nervioso.
-Dime lo que haces aquí.-Si está aquí no es por casualidad.
-No tengo porque darte explicaciones.
Agarro su camiseta por el cuello y lo acerco hacia mí, sacando casi su cabeza por la ventanilla.
-Dímelo, o vas a tener un problema.
Parece nervioso pero al final accede a contestarme
-Me mandó Brooke.
-¿Qué te mandó?-Digo enfurecido y alarmado a la vez.
-Que encerrara a esa tal Ariel en el instituto.
No puede ser.
-¿Dónde está Ariel?
-No lo sé.
-¿CÓMO QUÉ NO LO SABES?-Mi puño se cerró con furia.
-Se escapó. Ella rompió una ventana y se fue corriendo. Intenté seguirla pero le perdí la pista cuando llegamos al cruce de la calle mayor.
Esa calle se dirigía hacia su casa. Fue hasta su casa. Vió la fiesta y seguramente me pilló a mí con Brooke en la cama. Soy gilipollas. Suelto a Nathan, me monto en mi coche y conduzco a toda velocidad hasta la casa de Ariel. Tengo que hablar con Brooke.
Estoy apunto de entrar por la puerta cuando el teléfono de Ariel empieza a sonar. Mierda es Sam. Si lo cojo cómo le explico que no sé donde está Ariel. Dejo que salte el buzón de voz.
Busco a Brooke por toda la casa y la encuentro en la cocina.
-Brooke, ¿dónde está Ariel?
-No lo sé-dice girándose para mirarme.
-Brooke dime donde está, sé lo que le hiciste anoche, lo de dejarla encerrada en el instituto.
-Te lo vuelvo a repetir, no lo sé, la última vez que la vi fue cuando tu y yo estábamos en mi habitación.-Me mira lujuriosamente.
-Joder, la he cagado.-me siento en un sofá de la sala de estar y agarro mi cabeza con las manos.
Brooke se me acerca y me acaricia la espalda.
-No te preocupes más por ella, ahora estás conmigo.
-¡NO ME TOQUES!-Me levanto del sofá-¡ENTRE TÚ Y YO NO HAY NADA, OLVÍDAME DE UNA VEZ!
Salgo de la casa y me monto en el coche. Ahora mismo me siento el tío más despreciable del mundo. No sé donde puede estar Ariel, su madrastra no para de llamarla y no me atrevo a decirle que no sé donde se ha metido.
Conduzco sin parar de pensar en Ariel. Sólo puedo hablar con una persona en este momento.
-Estoy en casa.-Grito para que me oiga.
-Por fin consigo verte el pelo. Parece que me has olvidado-Dice asomando su cabeza por la puerta de la cocina.
-No, necesito hablar contigo abuelo.
-¿Qué ocurre Justin? No tienes buena cara.
Me acerco hasta la cocina y me siento en una de las sillas que rodean a la mesa. Mi abuelo se sienta frente a mi y le cuento todo lo que ha pasado. Mi abuelo me coge una mano y le da unos golpecitos como compadeciéndose de mí.
-Mira Justin, lo que has hecho no está bien, pero lo importante es que has descubierto que lo has hecho mal y pidas perdón. Si tanto quieres a esa chica, seguro que la encuentras. Pídele ayuda a sus padres y cuando la encuentres hazle saber todo lo que ha pasado y lo que sientes por ella, si ella siente lo mismo por ti, comprenderá lo que hiciste y si es tu amiga, también. Todos somos humanos y algunas veces en nuestras vidas cometemos errores.
-Muchas gracias abuelo.-Lo abrazo. Es el mejor.
-Y ahora ponte manos a la obra. Cualquier otra cosa que necesites, ya sabes donde estoy.
-Por supuesto.
Cuando salgo por la puerta, cojo el teléfono de Ariel y llamo a su madrastra.
-Ariel, por fin cojes el teléfono. ¿Dónde estabas? Te he llamado muchas veces y no me lo has cogido.
-Eh, perdone, pero soy Justin.
-Justin, ¿por qué tienes tú el móvil de Ariel, ¿dónde está?-Parece angustiada.
-No sé dónde está, desapareció anoche, tras la fiesta que hizo Brooke en su casa, esta mañana encontré su teléfono en el césped de su jardín.
-¿CÓMO? Voy enseguida para allá. Cuando llegue te llamaré, tengo que hablar contigo.-Cuelga.
Esa conversación me da miedo, pero más miedo me da no encontrar a Ariel. Volveré a buscar por todo el pueblo.
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Troublemaker
Fiksi PenggemarCreía que mi vida ya no tenía ningún sentido, y lo más sensato que se me pasó por la cabeza en ese momento de incompetencia fue el suicidio. Pero tras mi encuentro con él aquella noche lluviosa de invierno hizo que cambiara todos los esquemas de mi...