Los Elegidos

El Principio del Fin

En un lejano reino, donde reinaba la paz, se encontraba en una de las ventanas del castillo, mirando hacia el lago, el joven y nuevo rey acompañado de una de sus mas leales y fieles consejeras.
Habían tardado cerca de doscientos años en encontrar la paz y tranquilidad que se disfrutaba en ese momento.
De repente las puertas se abren y entra corriendo, algo agitada, una joven de cabellos largos del color de la noche, y ojos muy penetrantes, se acerca al rey diciendo:
-Severus!!! Severus!!!!
-Que ha pasado Sarina? Porque estas tan alterada?
-Severus... Mi rey he visto algo magnifico y sorprendente.
-Que has visto Sarina?- Le pregunto algo indiferente, porque el ya conocía a la muchacha hace mucho tiempo. Sabia que ella era una de las mejores adivina de esa época, pero que había veces que le faltaba algún tornillo y lo único que lograba predecir eran las visitas o cartas que llegaban día tras día al reino. Tal vez era debido a la gran tranquilidad que allí reinaba.
-He visto un portal...
-Un portal?- estaba intrigado, eso era nuevo.
-He visto abrirse uno de los más grande y poderoso portales de la historia Severus- él se queda inmóvil, escuchándola atentamente mientras que ella caminaba de un lado para otro en la habitación -Un nuevo mundo se ha formado mi rey, personas de todos lados vendrán a habitarlo.
Severus confundido le pregunta a su consejera -Es eso posible Keyra?
-No Severus, creo que no, al menos que sea alguien muy poderoso.
Sardina continua -Amigos y enemigos de la corona se encontraran en aquel lugar, secretos ocultos saldrán a la luz y antes de que renazca la "Estrella del Oriente" este reino tendrá un nuevo rey...
-La estrella del oriente?- pregunta impactado -es imposible que eso suceda Sarina
-No lo es Severus... Y ya lo vas a ver- y se retira.
-Que vamos a hacer al respecto?  -le pregunta la consejera
-Esperar Keyra... Solo nos queda esperar a ver que sucede.
-Esta bien Severus, esperaremos antes de actuar.
Y dirigieron su mirada hacia lo que parecía ser un espejo pero en vez de reflejarse ellos se divisaba el nuevo mundo.