Tomodachi No Uta {ChuNi}

Capítulo 1: "La confesión"

"Estoy enamorado de mi amigo."

Es un secreto que he guardado desde siempre, es algo que nadie sabe y nadie puede saberlo, un sentimiento del que me dí cuenta hace dos años y ha crecido conforme al tiempo. De todas formas, no es algo que espero que florezca entre ambos, pienso dejarlo pasar, porque como ya dije, solo soy su amigo.

Todo empezó cuando lo conocí. Ambos teníamos 14 años, cursábamos noveno grado, y de por sí, nos llevábamos bien. Él era el único chico chino del salón, pero parecía que poco le importaba, era muy agradable con todos, y creo que fue por eso que me enamoré y al mismo tiempo la razón por la que me daba cierto temor acercarme a él.

"-Hola - dijo llegando sorpresivamente a mi puesto - tú eres Honda Kiku ¿verdad?

Era algo que hacía con todos, llegaba al lugar de cualquier chico y comenzaba a hablarle. Quizás era esto por lo que le caía tan bien a los demás, porque, como ya se habrán dado cuenta, la palabra "introvertido" no tiene nada que ver con él.

-Si, soy yo, gusto en conocerte -respondí tranquilo.

-Ah, que suerte -dijo alegre - me han dicho que eres muy simpático -sonrió - quería contarte sobre una cosa que ocurrió el otro día. Bueno, estábamos los chicos y yo, había una ventana que daba al techo de la enfermería y (...)- Él siguió hablando por unos minutos, haciendo gestos raros como para dar animación a la historia, historia que había comenzado de la nada- y por eso no debes poner una lagartija en el puesto de Ritsu -sonrió como si hubiera ganado algo muy importante.

Reí bastante, cosa que no hacía muy a menudo.

El profesor llegó y lo mandó a su lugar, desde donde me dijo con unas señas raras que nos veríamos en el recreo.

Solo reí por lo bajo y volví a mirar al frente.

-Wang Yao -susurré sonriendo."

Solo sé que nuestra amistad empezó de esa manera. Pero ahora todo es diferente, ambos tenemos 17, pronto saldremos del instituto para graduarnos y preparar nuestro futuro, y bueno, él...ha cambiado bastante.

-¡Te dije qué no podías comer helado justo después de comer baozi! -le grité agarrándolo del brazo mientras caminábamos por los pasillos del instituto.

-¡No me pasará nada Ju! -respondió riendo.

-¡¿Eh?! ¡No me llames así! -grité enfadado.

Otra cosa, tiene la mala costumbre de llamarme "Ju Hua", que vendría siendo la exacta traducción de mi nombre al chino, o algo parecido.

-Ya, ya -dijo pasando un brazo por encima de mis hombros. Aunque no lo pareciera, él es unos centímetros más alto que yo - ¿Y si vamos por un okonomiyaki? -dijo haciendo una sonrisa, que lo más probable, es que Francis se la haya enseñado.

Miré incómodo y sonrojado el suelo, haciendo una pequeña mueca de disgusto.

-No te preocupes Ju, faltan dos semanas para los exámenes finales, no haremos nada antes ni después de ellos, además, juraría que nunca te has escapado del colegio -me miró con una ceja alzada y una sonrisa desafiante.

-¡C-Claro que no lo he hecho! ¡N-No tendría por qué hacerlo! -respondí mirándolo sonrojado.

-¡Entonces será tu primera vez! -gritó feliz para agarrarme de la mano y correr detrás del instituto.

No pude evitar sonrojarme aún más con su gesto y sus palabras.

Corrimos hasta una pared no tan alta.

-Bien, aquí ninguna cámara puede ver, es prácticamente un punto ciego -sonrió - Y bien, te toca -.

Puso sus manos entrelazadas a la altura de sus rodillas, todo para que yo subiera.

-Yao, no sé si hacer esto -dije dudoso.

-¡Aiyaa! No te preocupes - me sonrió.

Levanté mi pié derecho y lo coloqué en sus manos al momento en el que él me levantó.

-Pasa por la pared -dijo cuando ya estaba a la altura de esta.

Hice lo que me dijo rápidamente y salté al suelo. Él cruzó como todo un experto, como si se pasará toda la vida saltando murallas, y me miró al llegar abajo.

- Bien, ¿Y ahora...? -pregunté.

-Vamos por esos okonomiyaki - sonrió, otra vez.