CAPITULO 3

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Me muevo bruscamente y consigo liberar su mano de mi boca, grito lo más fuerte que me permiten los pulmones, y veo cómo el hombre, asustado por si alguien me ha escuchado, se larga rápidamente por la ventana. Lloro desconsolada en mi habitación, no me creo lo que me acaba de pasar.

-¡Sophie! ¿Qué demonios ha pasado?- irrumpe David en el lugar, asustándome.

Me tapo como puedo mis pechos desnudos aún llorando.

-¿Qué ha pasado? Respóndeme.

-¡Vete! Por favor, déjame tranquila -, estoy sollozando y David se acerca mí y me abraza. Oh Dios, me está abrazando.No sé por qué pero me siento a salvo entre sus brazos. Me relajo y le cuento todo lo que me ha pasado, y después, me quedo dormida apoyada en él.

Me despierto y estoy sola en la habitación "¿Habrá sido un sueño?" pienso mientras me levanto, pero veo que estoy desnuda de cintura para arriba. Ha sido real.

Tiemblo, y no sé por qué. Así que me estiro un rato mas en la cama para que se me pase. Una vez más tranquila voy a la cocina a comer algo. Estoy sola en casa. Me voy a dar una vuelta para despejarme un poco.
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Estoy en la calle y me encuentro con mi mejor amiga y su novia, las saludo a ambas y empezamos a andar juntas.

-¡¿Cómo te van las vacaciones, Sophie?!

-Pues ... digamos que bien -, miento para no preocuparla- ¿Y a vosotras?

-Pues muy bien, digamos que las dos sabemos divertirnos -, me responde con una sonrisa pícara y acto seguido nos reímos las tres.

Pasamos un par de horas más hablando de temas sin importancia hasta que nos separamos, cada una por su camino.

Entre hermanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora