Prólogo:
Cuenta una antigua leyenda que antes de que existiéramos, solo había vacío.
Los dioses aburridos de la oscuridad, crearon el universo y los planetas. Con el paso del tiempo volvían a estar aburridos; los planetas eran muy bellos pero no podían jugar con ellos así que crearon los animales y las personas.
Atenea creó lugares para que sus sacerdotisas se pudieran reunir, y estos lugares se convirtieron en templos de sabiduría y meditación.
Ares, cegado por los celos y la ira, creó a los vampiros. Por tales actos su padre Zeus lo condenó
a vivir entre el cielo y la tierra en una cárcel de cristal.
Zeus buscó por todos los rincones de la tierra a los primeros vampiros, los cuales eran una hembra y un macho. También buscó a los demonios, pero éstos se ocultaban en las sombras y él no los podía encontrar. Ares los había creado de forma que su padre no supiera ni el sexo ni la raza de los mismos.
Zeus viendo que no podría deshacerse del mal en la tierra creó a los Vigilantes, los cuales según las creencias de la humanidad, cambiarían de significado y en el siglo XXI serían los ángeles guardianes que cuidarían a la humanidad.
Con la creación de las personas, Zeus comenzó a escribir en el libro blanco de la vida. En él escribió que cada persona tenía la mitad de una esencia y su amor estaba predestinado con la persona que tuviera la otra mitad. Entre esas personas la pasión, la lujuria y el amor serían incontrolables. Pero a la vez que Zeus escribía en el libro blanco, Ares creó el libro negro, en el cual aparecerían los celos, los demonios del pasado, los miedos, la avaricia y la soberbia; y con ello esperaba separar a la mayoría de esas parejas. Ares también escribió en la parte de atrás de su libro que los vampiros al final tomarían la tierra y lo liberarían, haciendo así que reinara el caos y la destrucción, quedando vivos tan solo los que se aliaran con el mal.
Cuando Zeus se enteró de la existencia del libro negro, viajó a la cárcel de su hijo, y al entrar vio como Ares se deshacía del libro mandándolo a la tierra. La cárcel solo lo encerraba a él, así que cualquier persona u objeto podía entrar y salir sin problema de esa prisión.
Zeus viendo que su hijo le iba a crear más problemas de los que esperaba, creó el templo de los dioses y lo llamo Tanri. En el guardó el libro blanco custodiado por cuatro sacerdotisas instruidas con el poder de la magia blanca. En ese templo solo podrían entrar personas puras de corazón.
Capítulo I
Era una noche tan fría que se te helaban hasta las entrañas.
Ya nada quedaba de la ciudad que me había visto nacer hacía más de dos siglos. Había vuelto a mis orígenes y necesitaba volver a ver mi casa, mi ciudad, mis bosques, el mundo en el que vivía antes de ser lo que era ahora.
Hacía poco que había vuelto pero no me había atrevido a salir a la calle hasta esa noche.
Me alojaba en una antigua casa de dos plantas más el sótano. Aunque aquella casa no era tan grande como mi viejo hogar, era muy acogedora.
Abrí la blanca puerta y salí a la calle. Necesitaba ver la vida, ver que todo seguía en movimiento, que el universo seguía latiendo aunque el latido de mi corazón fuera tan débil que ni tan siquiera supiera si de verdad seguía ahí.
Con el paso de los años mi sed de sangre había disminuido, pero aún me costaba relacionarme con los humanos así que intente pasear por las calles menos transitadas.