El salón principal de la mansión de los kembrich donde se celebraban fiestas y reuniones era grande y espacioso, con techos altos y numerosas ventanas decoradas con varios colores y diversos dibujos que daban a la habitación una sensación de armonía y tranquilidad. A Alex le gustaba mucho aquel lugar ya que era el único sitio en el orfanato donde se sentía como en casa, pasaba allí horas y horas leyendo mientras que los demás niños jugaban en el jardín. Del cuidado de la casa se encargaban los Jonhs, una pareja ancianos procedentes de Rumania que habían emigrado a Australia hace ya unos veinte años y desde entonces trabajan para los kembrich. La señora jonhs a la cual llamaban Calantha (por su afición a las flores) se ocupaba de la educación de los niños, tenía el pelo corto, de color oscuro y siempre llevaba aquel traje rosa adornado con un broche en forma de espiral. En cuanto a actitud se refiere Alex la recordaba como una mujer arisca, poco cercana y con la extraña manía de llevar siempre pendientes de gato. La señora Jonhs era todo lo contrario a su marido pues este era alto, delgado y bastante informal. Siempre era amable y cercano con todos los niños del orfanato, se ocupaba de la cocina, de los cuidados de la casa y ayudaba a Kembrich a gestionar aquel lugar, donde los niños más pequeños eran adoptados con gran rapidez, mientras que los más mayores vivirían allí hasta cumplir la mayoría de edad, era entonces cuando deberían marcharse y empezar una nueva vida .