Capítulo 18

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–Irene, ¿qué haces aquí? –pregunta desconcertado.

–Lo mismo te iba a preguntar yo a ti.

Los chicos se quedan unos segundos mirándose. No entienden que está pasando. Irene se acerca a la mesa y, en silencio, observa el mantel, las velas y la cubertería. Está todo precioso.

–Alicia se ha tomado muchas molestias –susurra.

– ¿Alicia? ¿También te ha llamado a ti?

La chica asiente. Como esto sea lo que parece su amiga no va a durar viva demasiado tiempo. ¿Habrá sido capaz de organizarles una cita? ¡Claro! Cuando esta mañana le ha dicho que estaba enamorada de Pablo se le habrá ocurrido organizar todo esto. "¡Qué vergüenza!".

–Llevas el vestido que te regalé –dice el chico mientras se acerca a ella.

–Sí. Es muy bonito.

–Estás muy guapa. Pareces una princesa.

Irene se sonroja. Esos piropos no son de amigos, ¿verdad? "¿Y si Alicia se ha ido de la lengua y Pablo sabe todo?" se plantea. Se quiere morir.

–Tú también estás muy guapo. Pero me gustas más con una camiseta y unos vaqueros.

–Ya –el chico sonríe. –Yo también me veo mejor y estoy más cómodo de la otra manera, pero Ali casi me ha puesto una pistola en la cabeza para que me vista así.

– ¿A ti también? –pregunta sorprendida. –Lleva un día más raro...

Pablo asiente. Se acerca aún más a Irene y le da dos besos.

–Mmm... ¿One Million?

–No se te escapa ni una.

– ¡Claro que no! Sabes que me encanta esa colonia.

El chico le hace una señal para que tome asiento e Irene obedece. Después, antes de sentarse en la silla de en frente, coge el vaso de su amiga y lo rellena.

–Bueno, ¿y qué hay de cenar? –pregunta ella sonriente.

–No tengo ni idea. No quería ser maleducado y he esperado.

–Pues ya estamos los dos. ¿O esperas a alguien más? –dice esto último con un tono de tristeza y preocupación.

–No. Yo no. ¿Y tú?

–Tampoco.

Los dos respiran tranquilos intentando disimular su alegría. Esta noche es solo para ellos.

***

Sara está feliz. Nada ni nadie puede arruinar ese momento. Está ahí, en Velc, con Dani, subida a su espalda y volviendo de su sitio favorito en todo el mundo. Se siente la chica más afortunada del universo.

Los chicos se han pasado la toda la tarde en La Flor del Cerezo. Han subido a su árbol y entre risas, bromas y confesiones ha volado el tiempo. La chica le ha contado lo difícil que han sido esos cuatro años para ella, sin él. Lo mucho que le ha echado de menos y los sueños que ha tenido estas últimas semanas.

– ¿Has soñado conmigo? –pregunta sonriente.

–Sí. Bueno, no. A ver, en realidad no eran sueños. Eran recuerdos. Recuerdos de los veranos que pasé aquí.

–Tuvo que ser duro para ti despertarte y ver que esos momentos pertenecían al pasado.

–Sí... La verdad es que lo pasé muy mal. ¡Pero ya estoy aquí! Con el mejor novio del mundo.

La chica se acerca a él y le besa. Nunca se va a cansar de hacer eso. Todavía no se cree que esté pasando.

–Sara...

Dos amores de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora